Síguenos en redes sociales:

Mesa de Redacción

Carlos Marcos

Aquí no se aparca

Aquí no se aparcaN.G.

La última vez que me multaron por aparcar el coche en Donostia (también creo que fue la primera) ocurrió en un día de sol y playa en el que estaba todo petado, y tras dar vueltas por aquí y por allá en busca de un miserable sitio, varios compañeros del periódico coincidimos aparcando, junto a un montón de playeros, en una zona OTA cercana a la biblioteca de la UPV y, tras meter la pasta en la maquinita, nos fuimos a currar. Ya de noche, descubrimos el multazo en cada coche. Resulta que, como en el cuento de Cenicienta en el que la carroza se convierte en calabaza, la zona azul se convertía ya a las ocho de la tarde (cuando pasa a ser gratis aparcar) en zona exclusiva de residentes sin que hubiera ninguna R pintada por allí. Era el palo perfecto, te dejo aparcar cuando se cobra y te multo cuando es gratis. Ahora, a la gente que venimos a Donostia con coche, porque no hay autobús ni topo para volver, y que tampoco nos dejan aparcar en el centro, porque es exclusivo para residentes, nos van a meter en una bolsa con autocaravanistas para que tampoco aparquemos si quiera dos horas por la noche en el Paseo Nuevo, en Ondarreta o en Sagüés, que también van a continuar recaudando por el día para convertirse en calabaza por las noches, como si acabaras allí por gusto. Y sin plantear una sola alternativa en forma de transporte público o parkings muuucho más baratos.