Cuando toca cerca, y siempre acaba tocando, la piel se nos pone de gallina. Da igual que lo leamos en el periódico, en la web o lo veamos en la televisión, esta vez la noticia nos ha dejado clavados, pensando cómo es posible que algo así ocurra en Orio. Escribo de noche y todavía no está confirmado que sea violencia de género, aunque se baraja como hipótesis principal. De ser así, estaríamos ante el sexto asesinato de una guipuzcoana a manos de su pareja o ex desde 2011. Son estos casos los que más recordamos, los que nos estremecen, aunque las muertes de otras 17 mujeres que han perdido la vida en lo que va de año en el Estado (según datos oficiales recopilados hasta el día 6) sean igual de crueles e injustas. El extremo de una violencia que sigue muy presente entre nosotros. La verdad es que es muy difícil ponerse en la piel de una víctima y experimentar ese miedo paralizante. Si no han entrado en la web de la Delegación de la Violencia de Género les invito a que lo hagan. No sólo porque allí podrán obtener información de los feminicidios, sino que por unos segundos podrán ponerse en la piel de ellas, de las valientes que buscan una salida a la desesperada, gracias a un llamativo mensaje de advertencia en un botón de color ojo, una salida de emergencia virtual bajo la letras: “Salir rápido”.