Miguel Ángel Sánchez Muñoz, Míchel, entrenador del Girona, visita mañana Anoeta. Su todavía corta pero brillante trayectoria en los banquillos se resume sobre todo por los tres ascensos a Primera con los tres equipos a los que ha entrenado (Rayo Vallecano, Huesca y Girona). Nacido y criado en Vallecas, triunfó en el equipo de su barrio (es el tercer jugador con más partidos en la historia del club) y en 18 temporadas como profesional sólo vio una tarjeta roja, curiosamente en un encuentro en el que era suplente. En el verano de 2021 fichó por el Girona y está demostrando que es un fenómeno dentro y fuera de los terrenos de juego. Desde el primer día se ha empapado de la lengua y la cultura de Catalunya en una inmersión lingüística que no suele abundar. En la prensa catalana es habitual y natural que el periodista pregunte en catalán y su interlocutor responda en español si no domina la lengua de Llull. Míchel hace tiempo que en las ruedas de prensa habla catalán con cierta soltura. “Quien no entienda por qué quise aprender catalán desde que llegué es porque tiene la mente corta”, suele explicar. La educación y el respeto con el que se maneja Míchel contrastan con el desprecio a otros idiomas que no sean el español que muestran determinados informadores monolingües de la prensa madrileña.