Los pájaros se tiran a las escopetas. Con este dicho se podrían definir los registros judiciales llevados a cabo ayer en París en varios bancos de los más importantes no sólo a nivel francés sino también europeo. El caso que, según informó la Fiscalía Nacional Financiera, las entidades financieras Société Générale, BNP Paribas y su filial Exane, Natixis y HSBC son objetivo de sendas investigaciones, en una operación dirigida por 16 magistrados franceses, y en la que participan más de 150 investigadores y seis fiscales alemanes, por fraude fiscal agravado. Un presunto, eso sí, fraude que alcanzaría varios miles de millones de euros al año. Ahí es nada. En este procedimiento de cooperación judicial europea se investiga a clientes adinerados que buscaban evadir impuestos sobre dividendos a través de estructuras complejas sustentadas en estos bancos. Es decir, según las informaciones desveladas ayer, estos inversores pretendían eludir el pago de la retención aplicada por el fisco francés a los dividendos cobrados por residentes en el extranjero. Si finalmente se demuestra que esto es así, se trataría de una prueba más de que hoy en día ya no te puedes fiar de nada ni de nadie. Sobre todo, si se descubre que estas entidades, de acreditada fiabilidad, facilitaban estas ayudas ilegales a personas que no las necesitan.