La política migratoria de la Unión Europea sigue haciendo aguas. Al menos 60 inmigrantes, entre ellos un bebé y varios niños, fallecieron ayer al hundirse la embarcación en la que trataban de llegar a Italia. “Se hunden sus cuerpos como un diluvio en el agua, en el ácido mar que deshace sus huesos, sin dejar rastro ni restos. Como si nada sucediera. Como si nunca hubieran sido. Como si no fueran nadie”. Nada de vigencia ha perdido el poema de Javier Gallego Crudo, que se hizo viral en 2017, y que describe ese mar de sangre en el que se ha convertido el Mediterráneo Central, con naufragios que dejan miles de muertos. Ocurrió ayer frente a las costas calabresas, en el extremo sur de Italia. Según apuntan los medios locales, entre 150 y 200 personas viajaban hacinadas en la precaria embarcación, un viejo pesquero que había partido de Turquía y que a causa del mar agitado se estrelló contra unas rocas a pocos metros de la costa italiana, partiéndose en dos. ¿Qué ha hecho la UE en todos estos años? ¿Dónde está la Europa que debería garantizar la seguridad y la legalidad? ¿Qué ha sido de las vías de diálogo con los países de origen de los migrantes? Preguntas que, por desgracia, no parecen tener respuesta. Mientras la UE no actúe continuarán ahogándose, “sin dejar rastro. Como si nunca hubieran sido”.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
