Síguenos en redes sociales:

Mesa de Redacción

Ana Úrsula Soto

2.000 años de fortuna

2.000 años de fortunaN.G.

Gracias a la Mano de Irulegi somos un poco más afortunados tras conocer algo más de nuestro pasado. Imagino a la familia vascona que colgó ese elemento decorativo en la puerta de su casa como hoy día seguimos haciendo con los eguzkilores, orgullosos y temerosos, deseando algo tan humano y eterno como la fortuna y la felicidad. Igual la hicieron ellos mismos o la consiguieron mediante trueque, pero ahí se quedó hasta que la guerra la condenó a un olvido de más de 2.000 años. Y entonces llegó otra mano, la de Leire Malkorra, para desenterrarla. El equipo responsable del hallazgo ha contado que estuvieron día y medio en ese empeño y pasaron siete meses hasta descubrir la inscripción que ha dotado de un valor histórico inigualable a la pieza. El destino ha querido hacer un guiño en favor de la lengua al situar este descubrimiento en tierras navarras, donde tantas veces se ha puesto en entredicho la presencia del euskera. Hace más de 2.000 años, nos dicen, no solo se hablaba la lengua vascónica, antecedente del euskera, sino que los vascones estaban alfabetizados, ya que escribían adaptando los símbolos íberos. Y, por si fuera poco, la investigación viene avalada por Aranzadi. Dudo que la familia vascona dueña de la mano pensara que esa fortuna iba a perdurar para retorno en el siglo XXI.