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Mesa de Redacción

Eduardo Iribarren

Sin coches no hay atascos

Sin coches no hay atascosN.G.

En verano surgió la polémica y desde entonces hasta hoy, de manera intermitente y también inducida, puesto que las elecciones están a la vuelta de la esquina, las quejas por la situación del tráfico en el centro de la ciudad se oyen con más o menos intensidad. El escenario, a veces infernal, que describen algunos habría ocurrido por culpa una serie de cambios en las direcciones de algunas calles. Se señala especialmente el giro desde Urbieta a San Martín, que ahora es en dirección al Antiguo. No soy capaz de emitir una opinión autorizada al respecto, entre otras cosas porque hace tiempo que dejé de ir en coche al Centro, una lección aprendida por la mayoría de los que viven en la periferia. Todos los cambios en el sentido del tráfico provocan estrés y tensión en un primer momento pero creo que en este caso hay que ver más allá porque lo que se está planteando es una transformación en la movilidad que libere al corazón de la ciudad de la esclavitud del coche y de sus perniciosas consecuencias en forma de ruido y contaminación. Todo esto recuerda a las polvaredas cuando se peatonalizaron las primeras calles o se abrió el bidegorri de La Concha. Los números hablan por sí solos. En Donostia hay matriculados 80.000 turismos, 34.000 camiones y furgonetas, 30.000 motocicletas y entran diariamente en la ciudad 57.000 vehículos privados, más los turistas que llegan en verano. La experiencia demuestra que la mejor fórmula para acabar con los problemas de tráfico y los atascos es más transporte público y más peatonalización. l