No era el muelle donostiarra el pasado domingo de regatas ni el día de Santo Tomás en la plaza de la Constitución, pero transitar por el interior del Guggenheim en el nuevo festivo Día de Elkano se parecía más a acontecimientos callejeros que a la visita a un museo. La aglomeración de personas para contemplar la exposición de coches y arquitectura había atraído a hordas de aficionados a los llamativos autos y las apreturas para contemplar cada modelo obligaban a estirar los cuellos y pegarse a cuerpos ajenos como en el autobús antes de la pandemia. Quizás, una vez aparcado el covid, ya no existan los aforos en los museos. A pesar de la congestión de humanos en las salas, la original exposición que está batiendo récords en el museo bilbaino permite conocer algunos detalles curiosos de la historia de la automoción. Por ejemplo, que la primera persona en conducir un coche para hacer un viaje fue Bertha Benz, la socia y esposa del considerado inventor del automóvil Carl Benz. La señora Benz cubrió en 1888 una ruta de 108 kilómetros entre dos ciudades alemanas. El primer coche eléctrico que existió también se puede observar en las salas, entre muchas otras curiosidades del pasado y el futuro de la movilidad a motor, que anuncia también cómo serán los drones con pasajeros. Quien quiera saberlo tiene hasta el domingo.