Si tu mascota se dispara a correr por la casa sin causa aparente, es FRAP
No es un problema de comportamiento, pero si lo hace muy a menudo conviene tomar alguna mediada para reducir estos aparentes ‘ataques de locura’
Tu gato reposa en su rincón, relajado, parece mirar al horizonte. Por sorpresa, brinca del sitio, corre a toda velocidad por la habitación, da saltos sin aparente objetivo, corre un poco más y, tan repentinamente como antes, se relaja y vuelve la calma. Aquí no ha pasado nada.
¿Un ataque de locura transitoria? ¿Algún tipo de incomodidad? ¿Es porque es gato y hace estas cosas? La respuesta a las tres es no. Este episodio es un caso de FRAP y les ocurre también a los perros y a otros muchos animales.
FRAP son las iniciales de Frenetic Ramdom Activity Periods, periodos aleatorios de actividad frenética en castellano. No es otra cosa que un periodo intenso y breve de liberación de energía por medio de una actividad física explosiva. Una vez el animal se ha desahogado, se calma por sí mismo.
No son preocupantes, solo son momentos de diversión, de entretenimiento después de un periodo largo, desde su punto de vista, sin actividad. No hay que imperdirlos, solo hay que conocerlos y saber por qué ocurren. De esta manera, si son muy frecuentes es probable que se deba a que necesiten un poco más de actividad, de juego, de enriquecimiento ambiental para estar más entretenidos.
Los motivos que los desencadenan pueden ser variados, y no necesariamente los mismos en gatos o en perros.
En el caso de los gatos, el desencadenante puede ser un momento de emoción, de alegría, de satisfacción despues de limpiarse, de comer o de haberse relajado tras usar el arenero. Aunque en este ultimo caso también puede haber un aspecto instintivo atávico relacionado con la supervivencia: alejarse rápidamente de una posición de vulnerabilidad en la que el olor puede atraer a los depredadores. Pero por regla general se suele dar cuando se activa al atardecer o al anochecer después de una jornada de reposo. En verano suele ser más habituales a estas horas para esquivar el calor del día.
En el caso de los perros algunos desencadenantes son comunes. Cuando el humano llega a casa tras haber dejado solo un largo rato al perro, este se activa de la emoción al llegar su compañero y con él la hora del paseo o de los juegos. El primer momento de salir por la puerta al paseo mientras llega el ascensor o bajar las escaleras hasta el portal suele ser una explosión de actividad.
Cuando un perro se sacude suele ser para liberar tensiones, especialmente después de alguna situación nerviosa. El baño suele ser uno de ellas, por lo que sacudirse, ademas de para eliminar agua, también puede ser para relajarse sin necesidad de salir corriendo.
El humano, ante un FRAP de una mascota, no debe intervenir más allá de evitar algún posible accidente o que tire algún objeto que le pueda hace daño. Por lo demás, es algo inofensivo y común. Sí hay que evitar fomentarlos. Perseguirle mientras simula cazar lo puede y tomar como parte del juego y con ello repetirlo con más frecuencia para que se le haga caso o para interrelacionarse con su humano.