Adoramos a nuestro perro recién llegado a casa y se lo hacemos saber de mil maneras, aunque respetando su tiempo de adaptación. Pero a medida que se vaya haciendo a su nuevo entorno él también empezará a expresarse. Y nos devolverá ese amor con creces. Pero no siempre sabremos entender sus muestras de cariño, de alegría, de satisfacción.

Por ello, es útil saber cuáles son esas señales para poder responderlas como se merecen, con más cariño. Puede que alguna de ellas nos resulte algo molesta, por lo que hay que saber cómo corregirla para que resulte satisfactoria para ambos.

Un lametón es señal inequívoca de cariño, aunque también tiene sus matices. Freepik

Estas son 10 maneras en las que nuestro can nos dice “yo también te quiero”.

1. Agita la cola al verte

Aunque mover la cola es un signo general de excitación, es también el rasgo general con el que expresa su alegría manteniéndola alzada y agitándola con energía hacia los lados. Si lleva tiempo sin vernos, saltos, carreras y acercarse con vivacidad completan sus gestos de felicidad por el reencuentro.

2. Te lame siempre que puede

Los lametones también son un gesto de cariño y es una de las formas más sencillas y habituales que tiene para demostrarlo. También puede ser un signo de sumisión, de reconocerte como el líder de la manada. Es un rasgo muy habitual en los perros que viven en un hogar familiar.

Teniendo en cuenta que con el hocico, la boca y la lengua los perros exploran el mundo, a muchos humanos les dan cierto reparo esos lametones, especialmente en la cara. Si es tu caso, habrá que enseñarle, con paciencia y cariño a lamer solo zonas determinadas, como las manos.

3. Te acompaña en los malos ratos

Tienes un mal día por preocupaciones o disgustos, te sientes mal porque te duele la cabeza o has pillado una gripe y te quedas en la cama... No estás bien y el perro lo nota. No dejará de mostrarte su afecto animándote o haciéndote compañía, tumbándose a tu lado. No te deja solo. Esta es una señal inequívoca de que tu perro te quiere.

4. Coge tu ropa

Puede ser una costumbre un poco molesta, especialmente si la lleva al extremo, pero es muy normal que coja alguna pieza de ropa, principalmente usada, para llevársela a su rincón. O simplemente para tumbarse encima. También es una muestra de cariño. Tu olor en la ropa le ayuda a sentirse más cerca de ti. Le da seguridad y la sensación de sentirse acompañado. Como recurso para ayudar en algunos casos de ansiedad por separación también puede servir, pero esto último hay que consultarlo con algún experto.

5. Te sigue por toda la casa

Vayas donde vayas, el perro te sigue. Y si vas al baño, es posible que te lo encuentres en la puerta al salir. No hay duda, te quiere y va donde tú estés. Está tan feliz contigo que se convierte en tu sombra. Aunque no siempre, habrá ratos que quiera estar descansando en su cama. Estop no significa que deje de quererte.

Ten en cuenta que debes aprender a diferenciar esta actitud de la ansiedad por separación. Si no es capaz de estar solo y muerde cosas, ladra demasiado o mea en casa podría ser el caso.

6. Deja que lo acaricies y mimes

Hay que ganarse la confianza y el respeto del perro. Si deja que lo acaricies o lo abraces, es que lo has conseguido. Si además deja expuestas en tu presencia sus zonas más vulnerables, en especial el abdomen, es que esa confianza es absoluta y sabe que no le vas a hacer ningún daño.

La cercanía, hasta el punto de pegarse completamente a tu cuerpo, evidencia que no quiere estar en ningún otros sitio que no se contigo. Freepik

7. Se acurruca junto a ti

Unido al concepto de seguirte a todas partes, algo similar significa que se acurruque, que se tumbe y se relaje a tu lado. Cuando estás sentado al ordenador y se tumba a un lado de la silla, o cuando durante la comida, en lugar de mendigar un poco, se tumba debajo de la mesa con toda tranquilidad es una señal de que quiere estar contigo porque sí, sin pedir nada a cambio. Quizá en algún momento busque una caricia o una palabra de reconocimiento, pero en general le basta con saber que estás ahí.

8. Protege a la familia

Cuando el perro se integra en la familia y se siente aceptado, ésta se convierte en su manada. Por ello, considera que entre sus obligaciones está defenderla y guardarla, por lo que ladrará para avisar de cualquier posible novedad en forma de ruido o de visita. También será el primero en ir hasta la puerta en cuanto suene el timbre o se abra para comprobar si quien llega es amigo o enemigo. Con esta actitud nos hace saber que está dispuesto a defender a su familia y su morada.

9. Reclama tu atención

Los perros necesitan que se les preste atención, que se les dedique tiempo. Pero no solo para adiestrarlos o para que ejerciten sus facultades. Necesitan que se les preste atención para que sepas que te quieren y que se les haga saber que ese amor es recíproco. Coloca su cabeza en tus piernas, hace ruidos, te da toques con el hocico o con una pata, se apretuja contra ti en el sofá para que lo acaricies. Todo vale para que respondas a su cariño, a su amor y le dediques un rato.

10. Duerme cerca de ti

O, directamente, contigo. Aún existe el debate si es bueno o no compartir cama con tu perro. No hay estudios concluyentes en ninguna de las dos direcciones, pero por sus resultados, salvo problemas de alergias o respiratorios, las ventajas e inconvenientes son similares a los de dormir con otra persona. En cualquier caso, por las noches, si busca tu compañía, en la misma cama o en la misma habitación, hará lo necesario por estar lo más cerca posible. A la hora de estar contigo no distingue entre noche y día.

¿CÓMO LOGRAR QUE ME QUIERA MÁS?

Tras hacer un repaso de cómo se comporta tu perro contigo has comprobado que te quiere. Pero siempre podemos hacer algo más para reforzar ese vínculo un poco más. Para ello solo tienes que esforzarte en prestar más atención a los cuidados que le das. Afinar más la alimentación, tanto si es comida casera como si es pienso de alta calidad, siempre ajustada a sus condiciones particulares. Jugar más con él, en especial a aquellos que le estimulen la inteligencia, en los que tenga que esforzarse para alcanzar un objetivo. Que el ejercicio sea completo, además de correr en el parque también explore con el olfato. Realizar un adiestramiento en positivo, más premios que castigos. Atender con minuciosidad su higiene, cuidando el pelo, los dientes, las uñas, las glándulas anales. En resumen, cubrir con precisión y generosidad sus necesidades de comodidad, seguridad y confianza.