Día de transición en la Vuelta a falta de lo que ocurra en Guadarrama, con una jornada larga y muchas subidas pero que, probablemente, no generará ningún cambio entre los mejores. Después de las jornadas de Asturias, la carrera está sentenciada en favor de Kuss y el podio será para el Jumbo, con Vingegaard y Roglic. Con todo, estoy seguro de que el equipo neerlandés no querrá ninguna clase de problema en la antesala del paseo en Madrid. Lo ha hecho todo perfecto hasta el momento y querrá rematar el trabajo realizado durante toda la carrera. Otros equipos pueden intentar hacer algo porque ya no queda carrera. Es una etapa con numerosas subidas, muy suaves, pero siempre es un aliciente para tratar de buscar un premio. En cuanto a la etapa entre La Bañeza e Íscar, hemos visto la clásica fuga sin ninguna opción. Estaba sentenciada. Los equipos de los velocistas han controlado la carrera a la perfección. Era la penúltima oportunidad de una llegada masiva. El esprint ha sido raro por la caída que se ha producido antes y en la que ha estado involucrado Groves, el más rápido. El fallo lo ha cometido un compañero suyo. Ha mirado para atrás en un momento en el que no puedes hacerlo. Ha hecho el afilador y en ese momento se han acabado las opciones de Groves. Buena victoria de Dainese, que de algún modo sirve para subrayar el trabajo que se hace en el DSM. Es un equipo peculiar, pero a pesar de contar con menos presupuesto que muchos otros, siempre consigue victorias. Trabajan muy bien con los jóvenes y saben sacarles rendimiento. Suelen progresar en el equipo. Sí es verdad que los nombres consagrados no suelen funcionar tan bien, pero tiene mucho mérito lo que hace el DSM. En esta Vuelta se han llevado dos victorias de etapa.

Director deportivo del Grupo Eulen-Nuuk