"Todavía no me creo que haya conseguido una medalla. Ahora mismo tengo que gestionar muchas emociones", reconoce Maialen Chourraut todavía con la plata al cuell. A pesar de ser la campeona olímpica en Río de Janeiro, la palista lasartearra no estaba en la terna de favoritas al podio. Había muchas rivales que llegaban en mejor estado de forma y con mejores sensaciones. Sin embargo, la de Basque Team siempre dice que "el piragüismo eslalon es un deporte complicado en el que es muy fácil fallar". Por ello, como ella fue una de las que menos falló, ahora mismo habla desde el segundo escalón. Con todo, Chourraut sabe que sus compañeras de podio, la alemana Ricarda Funk y la australiana Jessica Fox, son "en estos momentos las mejores palistas del momento, están que se salen"; por lo que admite que "haberme metido en medio de ellas es algo muy especial". Y es que tanto Funk como Fox eran las candidatas al laurel, las rivales a batir; pero Chourraut supo aprovecharse de varios errores de la australiana para colgarse la plata: "Jessica no ha tenido su mejor competición ni de lejos y aún así ha quedado tercera. Ambas se acercan muchísimo a los tiempos de los hombres y su navegación es impresionante. Además, Ricarda se quedó fuera de los Juegos de Río y venía con mucha hambre, por lo que compartir con ellas el podio es algo muy especial para mí".

Ahora, con su tercera medalla olímpica en el bolsillo, Chourraut echa la vista atrás para recordar un ciclo olímpico "muy complicado": "Hemos peleado mucho por estar aquí. El camino ha sido potente, nos hemos caído muchas veces y nos hemos levantado otras tantas. Sacar adelante proyectos tan ambiciosos y que luego salgan es algo increíble". Así pues, la guipuzcoana celebró esta tercera presea como las otras dos: lanzándose al agua del canal olímpico. "Cada Juego es diferente, cada Juego tiene su situación, su momento y su contexto... Ha sido muy especial para mí tirarme al agua junto a Xabi y junto a Pau, su hijo... y estoy deseando ver a los que faltan", dice la guipuzcoana. Se refiere a su hija Ane, que siempre le acompaña a todas las competiciones pero que en esta ocasión, por motivos de seguridad sanitaria, ha tenido que quedarse en casa: "Tengo muchas ganas de verla, de coger un avión y poder abrazarla y besarla".

Posible retirada

La resaca de la plata todavía no ha llegado, pero Chourraut ya está respondiendo a preguntas sobre su posible retirada. Aunque es una cuestión que, según dice, ni ella misma puede contestar en estos momentos: "No tengo respuesta, hoy vivo día a día y no lo sé. Ahora me toca descansar porque un ciclo olímpico de cinco temporadas es un ciclo olímpico muy potente... Así que primero necesito descansar y después ya se verá". Con todo, a sus 38 primaveras, la lasartearra reconoce que "los años ya pesan, aunque disfruto muchísimo remando".