Alos doce años, Iñaki Celaya comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo del 'break dance' junto a su colega el Chino en el Pasaje de La Luna, junto a los cines Golem Baiona. "Él sigue a tope, bailando, porque es un 'crack'. Vive por y para la música, pero yo tuve una lesión fuerte en las cervicales y tuve que dejarlo", lamenta. Ahora, el que fuera su grupo, Team Rockers, se ha renovado con la incorporación de savia nueva, cuenta con una sonrisa, después de señalar su cabeza para mostrarnos las marcas que tiene como recuerdo de todos los 'baby freeze' que ha hecho, su movimiento estrella y uno de los más impactantes de este baile urbano, ya que se realiza apoyando la cabeza sobre el suelo y subiendo los pies hacia arriba.

Aun así, Celaya reconoce que no disfrutaba en las competiciones porque se lo tomaba "demasiado en serio". Por eso prefería las exhibiciones", recalca. Recuerda con especial cariño su última etapa, en la que estuvo de gira bailando en los conciertos de Esne Beltza con El Chino.

Deporte olímpico en 2024

Para Iñaki Celaya el 'break dance' se trata de un deporte. "Yo dedicaba 5 ó 6 horas al día a bailar", detalla. "Era su vida", confirma su mujer, Marina Otazu. A caballo entre el arte urbano y una disciplina deportiva, el 'break dance' se convertirá en deporte olímpico en París 2024. Así lo anunció el actual presidente del COI, Thomas Bach, el pasado 7 de diciembre, con el objetivo de "tener unos Juegos Olímpicos con un toque moderno y que atraiga a los más jóvenes". Una decisión que ha levantado cierta polémica pero que fue tomada después de haber incluido esta disciplina de forma experimental en los Juegos de la Juventud de Buenos Aires de 2018. Lo cierto es que arrasó en los índices de audiencias y en vista de su tirón, decidieron incluirla en las Olimpiadas siguiendo la línea de los últimos años. De hecho, acabamos de ver patinadores de 'skate' en Tokio compitiendo por primera vez en los juegos.

El objetivo ahora es conseguir que los b-boys y las b-girls -como así se llama a los bailarines de 'break dance'-, se consideren deportistas y se federen, ya que se trata de una condición indispensable para poder competir y acceder así al ranking mundial y olímpico. Todo un problema para estas disciplinas de origen callejero, como el 'break dance' o el citado 'skateboard', deporte para el que no ha ido ningún representante estatal a Tokio por no contar con 'skaters' federados. Y es que más allá de una disciplina, el 'skate' y el 'break dance' son parte de un estilo de vida, por lo que es difícil regirlos por normas federativas, advierten los expertos.

El 'break dance' -también conocido como 'breaking'- se trata de una danza urbana ligada a la cultura hip hop que nació en los barrios neoyorquinos del Bronx y de Brooklyn en la década de los 60 a raíz de las luchas por el poder entre las bandas locales que poblaban estos barrios.

Los primeros 'Bboys' cuentan que no seguían ningún patrón como base, aunque en sus movimientos incorporaban pasos de 'El Padrino del Funk', James Brown, y también de bailarines del famoso programa de televisión 'Soul Train' y de grupos como 'The Lockers' y 'The Electric Boogaloos'. Así, a través del baile, se resolvieron pacíficamente muchas de las peleas entre bandas.

Más tarde, el DJ Kool Herok aplicó el término B-boying, a los jóvenes que acudían a sus fiestas y salían a la pista para mostrar sus movimientos en la parte del 'breakbeat' de los temas, es decir, donde se esfuma la instrumentación y se queda únicamente la base rítmica sincopada.