Euskadi en Forma, la asociación presidida por Asier Cabrejas, promueve un estilo de vida saludable basado en unos hábitos alimenticios correctos y ejercicio adecuado para todas las edades y niveles. Con este objetivo, organizan actividades deportivas, como el FITCLUB, para practicar deporte en grupo, y celebran "días saludables" a lo largo del año para disfrutar de excursiones y sesiones deportivas en la playa, al aire libre o en espacios públicos. Además, Estela Villota dirige la escuela de alimentación y colabora activamente en la asociación.

Para la familia Cabrejas Villota, el deporte y la alimentación saludable es una forma de vida. Pero dejar de lado una vida sedentaria y apostar por la salud supone un reto que no se consigue en dos días. Cesc Escolà, profesor de fitness de la academia de OT y presentador del programa Muévete en casa que TVE realizó durante el confinamiento, advierte que "decidir cambiar de hábitos, llevar una vida más saludable y hacer ejercicio es una decisión que tomamos de manera individual y que renovamos cada día con esfuerzo, tesón y encontrando cosas que nos motiven". En su libro Mucho más que fitness, propone un plan de ejercicios para ponerse en forma, pero lo más importante, ayuda precisamente a eso de lo que estamos hablando, a encontrar la motivación para hacer este cambio. Y es que, "cuidar el cuerpo no es un capricho estético, sino una obligación y una necesidad para mejorar nuestra calidad de vida", afirma.

Porque si no movemos nuestro cuerpo, se atrofia, empieza a acumular grasa y existe mayor riesgo de desarrollar problemas crónicos o tener dolores y lesiones al llevar a cabo las tareas diarias. "Las mismas piernas que corren sobre una cinta son las que nos permiten subir ese tramo de escaleras del metro o transportar el carro de la compra. Los mismos brazos que levantan peso son los que cogen a los niños en brazos, cargan las maletas cuando vamos de viaje y ordenan los armarios. Si no contamos con una buena masa muscular, si no ejercitamos las articulaciones para que el rango de sus movimientos sea el máximo, disminuye nuestra capacidad para llevar a cabo las tareas diarias sin dolor ni agotamiento", explica Escolà.

excusas fuera

Este graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, no valen las excusas. Las excusas no son más que trampas que nos hacemos a nosotros mismos para no salir de lo que él denomina como "el bucle del sofá: comes mal, no te apetece hacer nada, te sientes débil y te tymbas en el sofá a ver la tele", Sin embargo, se pregunta: "¿De verdad nos sentimos bien así? ¿O recurrimos al sofá porque estamos faltos de energía, apáticos, sin ganas de nada?"

Una de las excusas más recurrentes es la falta de tiempo. Sin embargo, si encuentras hueco para ver un capítulo de la última serie de moda, por ejemplo, puedes aprovechar ese espacio para hacer algo de ejercicio. Es decir, al igual que en seguida encuentras tiempo para hacer cosas que te gustan, clasifica el deporte como una de ellas hasta que se convierta en algo imprescindible para ti.

Otra de las pegas más habituales es la de "no me gusta ir al gimnasio". Vale, pero eso no quiere decir que no puedas hacerlo desde casa, tal y como se ha demostrado durante el confinamiento, o que no puedas salir a correr o practicar deporte al aire libre. En realidad podemos hacer deporte desde casa con botellas y garrafas de agua, bricks de leche, con el palo de la escoba, una banqueta, una cuerda o cualquier cosa que se te ocurra.

Según Escolà, para empezar a notar los efectos que un ejercicio continuado y bien pautado tiene sobre nuestra salud física y mental bastan sólo dos semanas de compromiso y constancia. Aunque en este corto margen de tiempo no se apreciarán cambios físicos espectaculares, asegura que el cambio más importante tendrá lugar a nivel mental. Por ello, debemos buscar un entrenamiento adecuado para nosotros y que nos ayude a coger el entrenamiento como uno más de nuestros hábitos. Y si puede ser guiados por un entrenador, mucho mejor. La tabla de ejercicios, además, debe ir variando, para que nuestro cuerpo no se acostumbre y deje de evolucionar, pero lo más importante, para que no nos aburramos y terminemos abandonando esta rutina. Por eso, lo más importante es que debemos divertirnos entrenando, verlo como un reto, disfrutar cuando conseguimos nuestros objetivos y luchar cuando estamos a punto de alcanzarlos.