Participar en el concurso para menores de 18 años Jordi Serra i Fabra fue el catalizador para que Jara Santamaría se tomase en serio la literatura. Su novela ‘La última bruja’ es el comienzo de una nueva saga que sigue los pasos de la anterior, la exitosa ‘Los dioses del norte’, cuyas historias se basan en la mitología vasco-navarra.

‘Te comerás el mundo’ fue su primer libro, y con solo 18 años. ¿Qué supuso tenerlo entre las manos por primera vez? 

Para cualquier persona que escribe, imaginarse que su historia puede pasar al papel y estar en una librería es un sueño. En mi caso, siendo tan jovencita, lo viví de una forma muy especial.

Se hizo muy conocida con la saga ‘Los dioses del norte’, con la que ha pasado de los 100.000 ejemplares vendidos.

Para mí es uno de los libros más especiales porque transcurre en Navarra y me hace ilusión que una historia tan aparentemente local haya llegado tan lejos. Me hace sentir orgullo. 

Entre otros lugares, transcurre en el valle de Baztán, un lugar muy literario parece...

Sí, está de moda la zona, pero es totalmente merecida. Es un lugar que evoca mucha magia y no me extraña que nos haya provocado esa curiosidad a los escritores. Cuando tengo encuentros con los lectores y me hablan de Basajaun, la lamias... veo que ha servido para que se conozca la mitología y la cultura popular de nuestra zona. No eran tan populares como otras mitologías, y me parece que había que darla a conocer.

¿Por qué cree que la mitología vasco-navarra atrae tanto?

Por un lado es una mitología muy rica, llena de criaturas originales, algunas incluso dan miedo, y eso siempre da mucho juego para crear historias. Pero creo que la clave del interés que ha despertado en los últimos años es que era muy desconocida, y eso le da un aire de misticismo. Además, a toda esta mitología le acompaña la naturaleza y los paisajes del País Vasco y Navarra, con sus bosques frondosos, su niebla, lluvia... Tienen un toque mágico que ayuda a que la gente se imagine que las criaturas pueden convivir allí.

‘La última bruja’ arranca diciendo que la magia se está muriendo, ¿cree que también está ocurriendo en la vida real?

No me quiero poner muy pesimista, pero creo que es una obviedad que el mundo vive cada vez más alejado de la naturaleza. Cada vez vivimos más en ciudades, tenemos un estilo de vida muy centrado en la productividad, vivimos muy deprisa, con una evolución tecnológica fuerte... Que también tiene sus cosas positivas, pero la consecuencia es que cada vez nos alejamos más de entornos naturales y de muchas cosas que nos hacen ser humanos, como la intuición, el dejarte llevar por sensaciones, no tanto por la parte racional... Y todo eso creo que perjudica a la imaginación, la creatividad y la parte más sensorial del ser humano.

¿Es preocupante hacia dónde nos vamos encaminando?

No sé si es preocupante pero a mí me da pena. Pienso que parte de esa imaginación que tenemos cuando somos pequeños y que está tan ligada a esa magia que te da poderes tan especiales como volar o hablar con los animales se está perdiendo muy rápido. De niños somos mucho más abiertos de mente a imaginar cosas, pero la vida enseguida te hace poner los pies en la tierra y yo creo que hay que seguir jugando, seguir imaginando. Y no solo me refiero a los niños, sino también a los adultos, creo que la imaginación es importantísima en la edad adulta.

“Cada vez perdemos más rápido esa imaginación que tenemos cuando somos niños”

¿Qué propone para fomentar esa imaginación?

Estar en contacto con la naturaleza es fundamental, es como una terapia. Respecto a los niños, antes nos aburríamos mucho porque no teníamos nada que hacer y eso despertaba nuestra imaginación, sin embargo ahora, tanto niños como adultos, estamos tan sobreestimulados que no tenemos tiempo para aburrirnos ni para fijarnos cosas como la naturaleza, el sol... 

‘La última bruja’ arranca con la llegada a un campamento de una niña llamada Ingrid, una historia basada en su propia experiencia.

Sí, en parte. La historia habla de Ingrid, una niña que no encaja en un campamento de verano, además tiene un rasgo distintivo que no le ayuda a pasar desapercibida: tiene un ojo de cada color. En mi caso no hay nada de eso, pero sí que me he sentido una niña rara muchas veces. Creo que es algo más frecuente de lo que parece, hay muchos niños que se sienten así o que les cuesta un poco más relacionarse, y los compañeros no lo ponen fácil tampoco. Quería hacer hincapié en que precisamente esas cosas que nos hacen únicos y especiales forman parte de nosotros mismos; en la adolescencia lo que quieres es pasar desapercibido, encajar en el grupo, que nadie se fije en ti, pero luego, con el tiempo, descubres que precisamente esa diferencia que tienes con los demás es lo que te hace especial y único.

También habla de bullying y acoso escolar, algo con lo que la sociedad cada vez está más sensibilizada, pero no siempre ha sido así.

Afortunadamente se ha avanzado un montón, pero ahora también está el problema de las redes sociales. En este libro trato el tema de la complicidad porque es parte fundamental del problema. Quería hablar de esos compañeros que no son los que acosan directamente, pero presencian la situación y no hacen nada. Si la gente alzase la voz no se produciría, porque muchos acosadores se aprovechan de ese silencio. No quiero demonizar a nadie, pero me parece un debate muy interesante, y que se puede tratar a través de la ficción y la fantasía.

En este nuevo libro además de mitología vasco-navarra, ha viajado hasta las leyendas de Asturias, Granada...

Sí, en la anterior colección, ‘Los dioses del norte’, aproveché para tratar muchísimo de la mitología vasco-navarra, y a raíz de esos libros, mucha gente me comentaba qué leyendas había en su zona... Eso me dio la idea para ‘La última bruja’, porque tenemos mitologías y leyendas muy parecidas en distintos territorios.

¿Por qué le atrae tanto la mitología?

La mitología se ha utilizado a lo largo de la historia para dar respuesta a cosas que no entendemos. Siempre me ha interesado ver a través de la mitología los sistemas de valores que tenían las distintas sociedades y sobre todo del miedo. Es muy interesante para llegar a conocer el funcionamiento de la mente humana.

¿A los lectores jóvenes, su público objetivo, les atrae este tipo de temas?

Sí, pero bastante antes que yo, Percy Jackson hizo una saga maravillosa para la misma franja de edad que mis lectores y que trata muchas mitologías del mundo. A los chavales les volvió locos. La mitología en el fondo son cuentos llenos de aventuras, funcionan muy bien, y además aportan mucha riqueza cultural.

¿Por qué literatura infantil y juvenil? ¿Es un público muy exigente?

Escribo para lectores a partir de 10 años, que es cuando yo me enamoré de la lectura. Es una época especial porque es cuando por primera vez eliges tú qué quieres leer... A mí además me da mucha libertad escribir literatura infantil juvenil. Y por último tengo que añadir que me encanta la honestidad de los lectores de esta edad. Es un público muy exigente, y si un libro les aburre, lo dejan, del mismo modo que si se lo leen de una sentada, es porque les ha gustado de verdad, no quieren impresionar a nadie. 

Personal

Pamplona Nació en 1990 en Zaragoza, pero con solo tres años la familia se mudó a Pamplona, donde vivió hasta los 18. Actualmente reside en Madrid, ha estudiado Periodismo, trabaja en comunicación y lo compagina con la escritura.


Debut ‘Te comerás el mundo’ es el título de su primera novela, que publicó con 18 años en SM al ganar el II Premio Literario Jordi Sierra i Fabra (2008).


Mitología Tras la exitosa saga ‘Los dioses del norte’ sigue conquistando al público joven con ‘La última bruja’, que también formará parte de una saga de tres entregas.