ada año muchos cetáceos varan en nuestras costas. Varios de ellos pasan desapercibidos, pero cuando la muerte se produce en el mar y el cuerpo es arrastrado a la costa por las corrientes, suele ser muy llamativo para la ciudadanía. Zarautz vivió hace una semana una situación de este tipo. Un ejemplar de delfín común (Delphinus delphis) apareció muerto en la playa de la villa. Los miembros de la asociación Ambar, que se dedican al estudio y conservación de la fauna marina, acudieron al lugar después de recibir una llamada de la Policía Municipal de Zarautz. Entonces pudieron percibir que el ejemplar era macho y muy pequeño, "pesaba 15 kilos y medía 104 centímetros. Además el cetáceo presentaba varias muestras de desnutrición, por lo que la primera hipótesis es que perdió a su madre y no ha sido capaz de sobrevivir", asegura la presidenta y bióloga de Ambar Elkartea, Leire Ruiz. Varios expertos de la asociación retiraron el animal. El cuerpo fue trasladado a la Estación Marina de Plentzia para su disección y recogida de muestras.

No es el primer delfín que aparece muerto en la playa zarauztarra esta temporada. Según los datos facilitados por Ambar, un ejemplar con las mismas características lo hizo en el mes de febrero.

Aun así el litoral de Donostia sigue siendo el que más casos recoge, seguido por Zumaia y Zarautz. "Esto se debe sobre todo a los kilómetros de playa y la presencia de personas todos los días del año. Seguro que en otros lugares de la costa hay animales varados, pero no se detectan porque los sitios no son accesibles o tan frecuentados. Coincide que se detectan más varamientos en lugares con mayor numero de presencia de personas en la playa", detalla Ruiz.

Fuera cual fuera el lugar del varamiento, se debe estar alertas para saber cómo actuar, ya que lamentablemente se repiten casos de animales que son sacados del agua o movidos de su lugar de varamiento, empeorando la situación. Por ello, si se encuentra un cetáceo en la playa, lo más importante es dar aviso inmediato a las autoridades (112) con información precisa sobre la localización y el tamaño. Además, es importante mantenerse a una distancia prudente: "Son seres salvajes en una situación muy estresante y serán más imprevisibles que nunca". Del mismo modo, el primer impulso podría ser devolver un cetáceo al mar, pero "no siempre es la mejor opción. Es necesaria una valoración experta previa".