n Netflix La casa de papel y en el geriátrico de Zumarraga la ciudad de papel. El zumarragarra Gerardo Schnuck Mazkiaran está haciendo la maqueta de una ciudad con trozos de cartulina. Este usuario del geriátrico ha utilizado ya miles de trozos de cartulina en su proyecto. La exitosa serie de Netflix finaliza hoy, pero el proyecto de Schnuck aún no tiene fecha de finalización.

Schnuck tiene 58 años. Su padre era un alemán que vino a montar una máquina a la empresa Esteban Orbegozo. Se enamoró de una zumarragarra y se quedó a vivir aquí.

El protagonista de este reportaje estudió hasta COU y ha trabajado en Katea. Desde hace unos meses reside en el geriátrico. Sus dos grandes aficiones son los sellos y las maquetas de papel. En su día hizo una casa de muñecas para una sobrina. Lleva cerca de tres meses trabajando en su último proyecto: una ciudad con su iglesia, su campo de fútbol... Se ha apoderado de una mesa de la biblioteca del geriátrico, en la que tiene miles de pequeños trozos de cartulina roja, verde y blanca, que utiliza para hacer las tejas, las ventanas, las puertas, las flores, las chimeneas...

Le está dedicando a este proyecto todas las horas que puede. "En el geriátrico no hay muchas distracciones, por lo que paso mucho tiempo en la biblioteca, trabajando en mi maqueta. Como no me gusta ver la televisión... Las cartulinas me las traen los trabajadores del geriátrico. Al resto de los residentes les gusta mi trabajo, pero no se ha sumado ninguno. Estoy solo en esta empresa", bromea. No sabe cuándo dará por finalizada la maqueta. "La ciudad va a seguir creciendo. Hombre, toda la mesa no voy a ocupar, no vaya ser que me manden a la porra".

Se aficionó a hacer maquetas de papel cuando todavía era un niño. "Dibujaba una casa y después la recortaba y la pegaba en una base. Con los años, fui perfeccionando la técnica. Me he inspirado en cosas que he visto por ahí. También aprendí de mi padre, pues a él también le gustaban estas cosas", recuerda.