oserra Okariz es un urretxuarra orgulloso de sus orígenes. Desde hace 25 años reside en Barcelona y hace 18 abrió su propio restaurante. Le puso de nombre Urretxu y en la persiana del mismo ha pintado el monte Irimo.

Okariz trabajó en muchos lugares antes de establecerse en Catalunya. Fue cocinero en el hotel Costa Vasca y en el restaurante Kokotxa de Donostia, en Málaga, en las Islas Canarias, en Pamplona... Después regentó el batzoki de Legazpi, el restaurante de Santa Bárbara (Urretxu) y el alkartetxe de Zumarraga.

Hace 25 años se trasladó a Barcelona, donde vive con su pareja (la zumarragarra Amaia Monedero) y sus hijas Marina y Kattalin. Hace 18 años abrió el Urretxu. “Me ayudaron mis hermanos Luis, Iñaki, Asier y Alberto. Soy urretxuarra y amo Urretxu. A la hora de poner el nombre al restaurante, hablé con mis hermanos y decidimos llamarlo Urretxu. Además, lo escribimos con TX”.

El restaurante está en la calle Marina, a solo unos 500 metros de la playa. Hacen, sobre todo, cocina vasca: changurro, croquetas, chuletas, merluza en salsa, bacalao al pil-pil...

Como es lógico, la mayoría de sus clientes son catalanes. “A nuestro restaurante viene toda clase de gente. Ha estado el presidente del Barcelona y vienen también muchos empresarios, pero entre nuestros clientes se encuentran también los vecinos del barrio y muchas familias de Barcelona”.

Todos tienen que pasar por debajo del cartel en el que pone Urretxu para entrar al restaurante. Muchos le suelen preguntar por el significado de esa palabra. “Puse en mapa de Gipuzkoa en la pared. Así, cada vez que alguien me pregunta qué es Urretxu, le digo que es mi pueblo y le muestro dónde está”. En las paredes del restaurante cuelgan también fotografías antiguas de Urretxu y una camiseta de la Real.

Además, pintó el monte Irimo de Urretxu en la persiana del establecimiento. “En la tarjeta del restaurante aparece el monte Irimo y decidí pintarlo también en la persiana. Es la persiana más bonita del barrio. A los vecinos también les gusta mucho. Todo el mundo la respeta. Nunca han pintado nada encima”.