- La reactivación del casco antiguo de Urretxu da un paso más con el traslado del mercado de ropa a la plaza Iparragirre. Se celebrará todos los jueves por la mañana y contará con unos diez puestos ambulantes de media.

Desde hoy, la plaza Iparragirre de Urretxu acogerá el mercado de ropa y accesorios, que históricamente se ha situado en la plaza Gernikako Arbola, y desde que comenzara la desescalada posconfinamiento se ha podido ver en el patio del liceo.

El Ayuntamiento de Urretxu lleva varios años trabajando en la regeneración y reactivación de la parte vieja del municipio, que ha sufrido un gran deterioro en los últimos años. Este proyecto se está desarrollando sobre dos líneas de trabajo: la renovación de la zona propiamente dicha y las acciones de reactivación.

En cuanto a las obras, destacan la renovación de la plaza (construcción de una salida peatonal para el parking y eliminación de barreras para acceder a la misma), la sustitución de la solera de los pórticos y la instalación en el techo del soportal de la calle Iparragirre de una tela con letras de canciones del bardo.

En lo que respecta a las acciones para la reactivación del cassco antiguo, el Ayuntamiento de Urretxu ha rehabilitado varios locales vacíos y los ha cedido a asociaciones locales para que la parte vieja vuelva a contar con actividad.

El traslado de los puestos de ropa y complementos a la plaza Iparragirre se va a realizar con ese mismo objetivo. Se espera que sirva para que la afluencia de vecinos a dicho entorno no se limite al fin de semana, que es cuando se organizan la gran mayoría de actividades.

El espacio del mercado destinado a la venta de ropa y complementos acoge actualmente unos diez puestos. Este número puede variar de una semana a otra.

Desde el Ayuntamiento recuerdan que el cambio de ubicación no hará que las medidas contra el COVID-19 se relajen, por lo que desde el Consistorio insisten en que deberán seguir respetándose las medidas de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias.

El uso de la mascarilla será obligatorio, aunque se mantenga la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros. Y los puestos contarán con gel hidroalcohólico, tanto para los vendedores como para los compradores.