- Conscientes de la polémica que se ha generado tras conocerse que una empresa pretende construir una planta para gestionar residuos no peligrosos en Azkarate, profesionales autónomos y de pequeñas empresas de Azkoitia que desempeñan su labor en diferentes gremios relacionados con la construcción (albañiles, fontaneros, electricistas, carpinteros...) se han unido para dar a conocer su punto de vista sobre un asunto que, aseguran, "nos ha estallado".

Tras recordar que se ganan el salario "reformando baños y cocinas, arreglando tejados o adecuando terrenos para nuevas construcciones, principalmente en el pueblo", los gremios explican que en la reforma de un baño se pueden generar (en función del tamaño) entre 1.000 y 2.000 kilos de escombros y en la de una vivienda unas 20 toneladas; por lo que resulta fácil hacerse una idea de la cantidad de residuos que se pueden generar en obras como las promovidas para reformar establecimientos comerciales y hosteleros, renovar aceras o tapar los socavones de las carreteras.

Ante esa realidad, los gremios azkoitiarras tienen en Lapatx el lugar más próximo para depositar los residuos generados durante su actividad. Eso sí, cada empresa o autónomo no puede echar allí más de 500 kilos por semana ni transportarlos con un camión de más de 3.500 kilos de peso. Por ello, se preguntan qué hacer con los escombros si al reformar un piso se pueden generar 20.000 kilos y solo pueden llevar 500 a Lapatx.

El problema es "grave", por lo que los profesionales de la construcción exigen "una solución urgente" para unos residuos que, en su mayoría, acaban en las plantas de reciclaje privadas de Astigarraga, Errenteria o Zaldibia; "con el coste, emisiones de CO2 y el tiempo que eso supone".

Los gremios hacen suyo el problema con los residuos que gestionan aunque "en realidad, es de todos, porque se generan en nuestras casas". Por eso, piden a la ciudadanía "un pequeño esfuerzo para entender como funcionan las plantas de reciclaje como las de Astigarraga o Errenteria", en las que los escombros de obras "se recogen y gestionan para su reutilización".

Así, ante lo que consideran "una clara falta de información" se muestran partidarios de construir "en Azkarate o en cualquier otro sitio" una planta "para la gestión y valorización de residuos no peligrosos de la construcción". Eso sí, "siempre que la instalación no sea un vertedero y sea gestionada de manera escrupulosa".

Los gremios se muestran comprensivos con quienes viven junto a esas instalaciones y partidarios de llegar a acuerdos "haciendo tantas reuniones como haga falta con los representantes políticos, de plataformas...".

A su entender, "el problema real que tenemos con los residuos no se va a arreglar con caceroladas ni con polémicas entre partidos"; sino "con una planta de reciclaje de garantías".