a está en marcha la segunda parte del proyecto de restauración de las pinturas murales de Eugenio María de Azcue ubicadas en la parroquia de Santa Maria de Tolosa. Esta vez es el turno de dos de las tres pinturas restantes llamadas Moisés salvado de las aguas y Saul atenta contra David, situadas en el muro izquierdo de la iglesia. Esta intervención forma parte de la ampliación del proyecto de restauración ya iniciado en el 2020, con el objetivo de dar más luz, brillo y color a todas las obras de Azcue que se encuentran en la parroquia del municipio de Tolosa.

La especialista en conservación y restauración Carmen Martin, junto con sus compañeras que son las que se están encargando del proyecto que financian la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de Tolosa y la parroquia del municipio, y tienen previsto dejarlo preparado para finales de este mes de julio.

Tanto la metodología como el proceso de restauración que están usando en esta segunda intervención es la misma que usaron en la primera parte del proyecto, explica Martín responsable de CM Taller que se está encargando de las labores de restauración. Aun así, cada obra tiene sus pequeños obstáculos que en “CM taller sabemos arreglarlos porque para eso estamos los restauradores”, remarca Martín.

“Los pigmentos que suelen ser más sensibles ante cualquier tipo de limpieza o actuación son los colores rojos y los azules por su composición”, por lo que la especialista arrasatearra asegura que “hay que tener más cuidado con ellos en la limpieza”. En el caso de las dos nuevas obras -Moisés salvado de las aguas y Saul atenta contra David- en la que se va a realizar la intervención, no han tenido ninguna dificultad, pero aun así, Martín asegura que están llevando “mucho cuidado” durante todo el proceso de restauración. Para ello, han tenido que realizar previamente alguna que otra prueba como testearlo, “para ver si lo altera y lo afecta de alguna otra manera”.

Las obras de La mujer adúltera ante Cristo y La Resurrección, situadas en la nave derecha de la parroquia, han sido participantes de la primera parte del proyecto. Según Martín estas dos tenían muchas más perdidas de color; por lo que después de la limpieza hubo mucho trabajo de reintegración y de perdidas de policromía, entre otras cosas.

Tiempo y duro trabajo. Eso fue lo que tuvieron por delante durante varios meses para que las obras de la primera parte del proyecto se llenasen de brillo y color, y pudieran volver a ver la luz.

En cambio, todas aquellas pérdidas también se encuentran “menor mente” en esta segunda intervención: “por esa misma razón, este proceso nos va a llevar menos tiempo”.