La finca del polideportivo de Altza también tiene amianto. Así ha quedado demostrado después de un análisis de los terrenos, encargado de modo preventivo para llevar a cabo un proyecto para instalar huertas en el interior del recinto escolar.

La aparición de este material en terrenos del instituto es un capítulo más en el rosario de lugares del barrio donde se ha detectado el material peligroso. El último ha sido la parcela donde se iba a construir el parking de Félix Iranzo, un proyecto que ha tenido que quedar suspendido precisamente por el descubrimiento de amianto, una vez empezada la obra, ya que la cata hecha con anterioridad no había detectado el fibrocemento.

La existencia de amianto fue también responsable del retraso en el arranque de la construcción del nuevo polideportivo de Altza, que por fin abrirá su puertas este año, así como la anulación de 138 parcelas de huertas ciudadanas junto al camino de Marrus, que, tras ser abiertas, tuvieron que ser clausuradas por contener amianto. La parcela de Larres, que se rehabilitó como zona de paseo, es otro de los puntos del barrio afectados por este material de obra, que en el pasado se abandonaba sin contemplaciones.

En el caso del instituto de Altza, un primer análisis dejó claro que en una de las parcelas de la zona que estaban destinadas a acoger las huertas se encontró amianto friable (que puede desmenuzar) en la cantidad de 44 miligramos por kilo, lo que aconsejó la cobertura del terreno con hormigón.

Esta es una de las soluciones que se adoptan cuanto aparece este material, peligroso si se respira aunque no si queda tapado. La otra opción es retirar la tierra contaminada.

En el caso de la finca del instituto de Altza, entre los días 9 y 13 de agosto se llevaron a cabo los trabajos para cubrir la parcela con una lámina plástica y una solera de hormigón de 15 centímetros de espesor en la zona. Ahora han quedado unos espacios en los que se podría depositar tierra limpia en la que colocar hierba y plantas. El informe de los expertos asegura que ahora se podría acondicionar una zona de huerta "totalmente segura sobre la superficie hormigonada".

En otra parcela dentro del recinto del instituto también se encontraron muestras con una menor presencia de concentración de amianto, por debajo del estándar holandés, que es el que se utiliza como referencia.

Tras el análisis de la parcela más contaminada, los expertos encargados por el Ayuntamiento aconsejaron no solo cubrir la parcela más afectada. También solicitaron estudiar la zona verde exterior para confirmar si la afección de la finca del instituto era puntual o generalizada y asociada a los rellenos de materiales de obra que se habían depositado en la zona en el pasado.

Así, en el exterior del vallado, en zona verde de propiedad municipal también se han llevado a cabo distintos muestreos. Tras ellos, los resultados señalan "una afección generalizada por amianto", en cinco de los ocho puntos estudiados.

En este entorno, dicen los expertos, se evidencia la existencia de rellenos realizados en los años 70, asociados a las obras de urbanización de las parcelas situadas frente al instituto, al norte del paseo de Altza, y a los depósitos de tierra para la nivelación de la parcela del propio centro de estudios.