n centenar de vecinos del barrio de El Antiguo desfilaron por las calles del barrio acompañados por una txaranga en una de las escasas citas festivas que se vivieron ayer en Donostia. Más allá del desfile de los más pequeños, la ciudad registró poco movimiento más en su segundo día de San Sebastián más atípico.

La mayor concentración de personas se dio en el barrio de El Antiguo, uno de los más juerguistas cada 20 de enero, que este año se ha quedado sin sus fiestas. En torno a un centenar de vecinos trataron de no dejar pasar la oportunidad de desfilar por segundo año e hicieron lo propio acompañados por una txaranga en un evento del que se quiso desmarcar el Ayuntamiento. La convocatoria fue a través de las redes sociales y arrancó a las 13.00 horas, tras concluir el paseo de los txikis. Por lo demás, hubo gente ataviada para la ocasión caminando por la ciudad o atenta al paso de los niños deseando, a buen seguro, que la historia no se tenga que repetir por tercera vez el próximo curso.