- El centro comercial Garbera abrirá el miércoles un nuevo edificio lleno de locales hosteleros, que cambiará la personalidad del espacio. La directora gerente del complejo, Nuria Vegas Aguirre, cree que el público se va a sorprender del cambio, que incluye vegetación abundante e, incluso, hierba para tumbarse, además de más oportunidades de diversión.

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Más adelante, en 2023, llegará otro edificio de tiendas, con lo que culminará la ampliación del centro comercial donostiarra, nacido hace 24 años. La inversión total habrá sido entonces de 130 millones de euros.

Han previsto una inauguración masiva para el miércoles, pero se ha cruzado un empeoramiento de la pandemia. ¿Han cambiado de plan?

-Vamos a tomar medidas extraordinarias de prevención. Para la entrada de gente al recinto y el concierto de Ana Mena, que está previsto para las 19.00 horas, vamos a extremar los protocolos. Por ejemplo, tomaremos la temperatura a todas las personas y vamos a reducir un 30% más el aforo sobre lo que estaba estipulado. El público deberá estar sentado y solo 1.600 personas podrán acceder al interior del edificio. Además, habrá un control férreo para asegurarnos de que todo el mundo lleva mascarilla. Se colocarán varias pantallas para que la gente pueda seguir el espectáculo en directo, evitando todo tipo de aglomeraciones.

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Aunque hay que esperar a diciembre, los nuevos cines de Garbera se presentan como una de las joyas de la ampliación.

-Sí. Los cines se abrirán a mediados de diciembre, algo más tarde que los restaurantes, por problemas de logística, no por retrasos de la obra en sí. A pesar de que los anteriores cines se cerraron, creemos que la proyección de películas sigue teniendo capacidad para tener éxito. En este caso serán siete salas, con un total de 800 butacas. Son cines Luxury, de la firma Cinesa, de los que hay en Madrid y Barcelona, con salas de aforo reducido, butacas reclinables, espacios amplios y, además, se puede comer.

También se ha retrasado algo la apertura de la zona de restauración.

-Con la pandemia todo se ha trastocado pero el resultado va a sorprender. La arquitectura del edificio es muy importante. Cuando se abrió Garbera hace 24 años no era igual. El nuevo edificio, que se sitúa en parte de lo que era el aparcamiento en superficie, se integra totalmente en el entorno. Antes no se tenía en cuenta el sitio donde se colocaba un centro comercial. Ahora, hay tener en cuenta que estamos entre dos parques, Lau Haizeta y Ametzagaina.

¿Qué características tiene el edificio?

-Se ha construido teniendo en cuenta la eficiencia energética y hemos obtenido el certificado Breeam, con la calificación de excelente, de construcción sostenible, por conseguir ahorros significativos de energía y, por lo tanto, una reducción de la huella de carbono. Hasta ahora Garbera miraba mucho al interior pero ahora algunos locales van a mirar también al exterior. Se va a generar un espacio verde, donde la gente pueda venir y pueda tumbarse en la hierba. Va a haber mucha vegetación y en el interior también. Los clientes van a poder disfrutar de una zona verde de más de 350 metros cuadrados con árboles autóctonos, un espacio con una visión directa desde las terrazas exteriores y pensado para el público familiar. Y los niños tendrán también un parque infantil exterior.

¿Qué tipo de restauración va a haber en Garbera?

-Ha sido muy importante trabajar con el comercio local y la hostelería, como el grupo Ubarretxena, del que dependerá Terracity, con una terraza exterior. También son marcas locales Ogiberri y Saizar. Luego hay distintas firmas internacionales, modernas, dirigidas a un público más joven, más adolescente. Este público se va a encontrar con un Garbera no solo para comprar sino para disfrutar. Estarán marcas como Kentucky Fried Chicken (KFC), Taco Bell, Brasayleña, Starbucks, McDonald's, Poke House, Foster's Hollywood, Ginos, y Vip's. Este nuevo edificio de hostelería se sitúa en lo que era el antiguo parking, junto al acceso de la zona de moda y Mediamarkt.

¿Dónde se ubicará la zona de nuevas tiendas que se abrirán en 2023?

-Las 45 tiendas que se abrirán cuando se culmine la transformación de Garbera se ubicarán en otro edificio, que se creará seguido al que inauguramos el miércoles. Ahora, la planta de Garbera hace una U y después será una O. Va a ser un centro muy cómodo. Estará Primark, con 3.900 metros cuadrados en dos plantas, JD Sports y Sprinter, dos cadenas punteras de ropa deportiva. Maisons du Monde. Rituals y Aristocrazy también estarán presentes.

¿Cuántas plazas de aparcamiento hay ahora en Garbera?

-Ahora va a haber 2.000 plazas de parking y habrá 2.700 en 2023. Los que acudirán al nuevo Garbera verán también cómo se ha modificado el parking exterior, con nuevas farolas, señalización... El subterráneo, que se abrió en verano del pasado año, en plena pandemia, seguirá ampliándose.

¿Con la mayor oferta de ocio y comercial, Garbera va a necesitar más autobuses públicos?

-Estamos trabajando tanto con el Ayuntamiento de Donostia como con la Diputación. El Ayuntamiento ha incorporado recientemente la línea 31, pero es verdad que necesitamos más frecuencias al final del día y no solo para los visitantes, también para los trabajadores. La gente necesita transporte para desplazarse, mucha gente no tiene vehículo. Será necesario mejorar las líneas y las frecuencias.

¿Habrá una segunda feria de empleo para las tiendas, como hubo recientemente para los bares?

-Sí. Lo mismo que organizamos la feria, que denominamos Garbelan, para buscar personal para los locales de hostelería que abrirán el miércoles, hará falta para las tiendas. Se presentaron 3.000 aspirantes y nos ha sorprendido que había mucha gente mayor, de 35-40 años, en la feria de empleo, lo que demuestra las ganas que hay de trabajar. El nuevo Garbera creará 1.000 puestos de trabajo, 500 directos y 500 indirectos.

¿El centro comercial quiere cambiar su tipo de público con esta reforma?

-Hasta ahora hemos tenido principalmente un público familiar, que ha ido a comprar, y ahora creemos que vamos a contar también con un público más joven, que busca ir a divertirse, además de comprar, tomar algo... Creemos que vamos a atraer a esa gente, que llegue y se divierta. Además vamos a organizar muchas actividades diferentes. Ya desde el día siguiente de la inauguración, vamos a tener actividades infantiles durante todas las navidades.

¿Cuántas personas pasan cada año por Garbera?

-El último año hemos tenido cuatro millones de visitas y eso que estamos en pandemia.

¿Qué importancia tiene el cliente francés?

-Mucha. Calculamos que es un 12% y en verano más aún. Queremos seguir con él, así como con los demás. Hemos tenido mucha fuga de clientela hacia Navarra y Bizkaia y con el nuevo Garbera queremos retener al cliente de aquí y atraer más. Queremos unir Garbera con la ciudad, que la gente venga a Donostia, que de un paseo por La Concha, coma unos pintxos y luego pase por Garbera. Que sean visitas combinadas. Que lleguen personas de Navarra y también de Francia para lograr que el consumo se quede aquí, que los impuestos se paguen aquí y que los empleos se generen aquí.

Garbera ha tenido un larga pelea judicial para defender su ampliación.

-Sí. Nosotros hemos cumplido con la normativa y los tribunales nos han dado la razón. Tenemos claro que la oferta que vamos a crear en Garbera va a sumar, que vamos a generar un nuevo elemento de atracción que, sin duda, va a repercutir positivamente en todos los agentes que formamos parte del entramado comercial de Gipuzkoa. El nuevo Garbera, por tanto, servirá para completar la oferta de la ciudad y también del territorio.

"El nuevo Garbera servirá para complementar la oferta de la ciudad y del territorio y que los impuestos se queden aquí"

"Con la ampliación hará falta un aumento de las frecuencias de los autobuses, no solo para los visitantes sino para los trabajadores"

"Hasta ahora Garbera miraba mucho al interior, pero ahora también varios locales van a hacerlo hacia el exterior"