El barrio de Bidebieta se ha convertido en banco de pruebas para que las personas mayores, menos habituadas a utilizar las herramientas digitales para sus gestiones financieras, puedan aprender las normas básicas para utilizarlas y evitarse así viajes a las oficinas de las entidades de ahorro.

Unas 25 personas mayores de 55 años, la mayor parte mujeres, provistas de sus tablets y smartphones, tomaron parte este jueves en el Hogar del Jubilado Guardaplata de Bidebieta en la primera sesión organizada por Kutxabank para aprender los pasos que pueden dar con sus aparatos para consultar el saldo, ver los movimientos de sus cuentas entre fechas, pagar recibos, hacer trasferencias y otras cuestiones para las que muchas personas acuden a las oficinas.

Las dos horas y media de taller se aprovecharon al máximo y finalizaron con un aplauso a los profesores por parte de los asistentes, entre los que había personas con distintos niveles de conocimiento en nuevas tecnologías.

Tras el éxito de la iniciativa, la entidad de ahorro estudia ahora repetirla, además de organizar sesiones similares en otros barrios y pueblos de la Comunidad Autónoma Vasca en los que se haya cerrado la sucursal o donde se perciban necesidades especiales.

El plan piloto desarrollado en Bidebieta se gestó tras la reclamación por unanimidad del Ayuntamiento de Donostia en diciembre pasado para que Kutxabank reabriera la oficina de Bidebieta, que había sido clausurada, lo que provocó quejas vecinales.

La entidad bancaria rechazó su reapertura pero aceptó la propuesta municipal presentada por la concejala de Participación, Mariaje Idoeta, para llevar a cabo algún tipo de formación para no dejar sin alternativa a los vecinos del barrio, especialmente a los de mayor edad, muchos de los cuales no están acostumbrados a usar herramientas digitales y se tienen que trasladan ahora a la sucursal más cercana, la de Trintxerpe.

Precisamente, el director de esta oficina, Borja Acha, fue uno de los encargados de ofrecer las explicaciones a los veteranos alumnos, que asistieron a la sesión con el objetivo de aprender las fórmulas principales para cumplimentar sus pagos y realizar sus consultas por medio de la web de Kutxabank o relacionarse con la entidad de modo telefónico. El segundo profesor fue Mikel Huerta, trabajador de Kutxabank durante largos años y recientemente prejubilado, que explicó a los asistentes de modo sencillo cómo llevar a cabo las operaciones.

Los alumnos mostraron muchas ganas de aprender los trucos necesarios para relacionarse con su banco desde su tablet o smartphone y poder bloquear tarjetas o ponerse en contacto con los gestores desde sus dispositivos. Los que ya dominaban las primeras lecciones de banca online dieron un paso más para aprender a pagar por medio de aplicaciones como Bizum. La clase práctica finalizó con nociones sobre seguridad.

OBJETIVO: QUITAR EL MIEDO

El director de la sucursal de Trintxerpe, que se ha ampliado tras el cierre de la de Bidebieta, recalcaba que "el objetivo es quitar el miedo a estas herramientas tecnológicas, que son complementarias a la presencia en la oficina". "Darles a conocer las bondades de estas herramientas les puede evitar desplazarse a la oficina, aunque siempre vamos a estar ahí para ellos", añadió.

También la directora de la Red Gipuzkoa de Kutxabank, Ainhoa Arruabarrena, se pronunció en sentido similar. "La digitalización de los servicios públicos es una realidad como lo fueron antes los cajeros", dijo. "Este taller quiere ayudar a las personas mayores a que se beneficien de estas ventajas, porque pueden hacerlo", añadió.

Aunque durante la pandemia ha aumentado notablemente el número de personas mayores que se han incorporado como usuarias de la banca digital, aún existe una brecha entre quienes desconocen cómo usar las nuevas tecnologías en este sector.