- Además de las aves, hay otras especies, como los anfibios, que tienen una importante presencia en Donostia y su entorno y con los que distintos colectivos vienen trabajando hace tiempo.

Entre estos está Aranzadi, que entre otras iniciativas, ha puesto en marcha Urmaleak Eskolan, con la colaboración de distintos centros educativos, generando una red que trabaja con pozos existentes en el entorno con fines didácticos, ya que el alumnado puede observar la vida en estos hábitats y compartir sus experiencias.

Ion Garin, de Aranzadi, subraya la importancia de generar una red de pozos, que se secaron en un alto porcentaje el pasado siglo. Son tres los objetivos principales de esta iniciativa: "Proteger las especies en peligro de extinción, trabajar en favor del mantenimiento de la diversidad y avanzar en la investigación", promoviendo "una observación sobre el terreno que permite comprobar cambios que si no serían difíciles de seguir".

Y es que, apunta Garin, hay distintas especies a investigar en el término municipal de Donostia, no solo en enclaves como Artikutza o Ulia, sino "en parques como Cristina Enea, Zubimusu o Aiete". "Es importante investigar en estos puntos porque corresponden a ecosistemas que han cambiado mucho", destaca.

Un punto de investigación "interesante" ha sido Urgull, donde habita una especie de salamandra con una característica "singular". "No pone huevos sino que pare a las crías. Es una especie rara que se puede encontrar también en algunos lugares de Galicia, Asturias o Cantabria, pero no es frecuente".

Respecto a los anfibios, Joseba Gurutz de Vicente asegura que en Donostia "se ha trabajado mucho y bien" con especies como la ranita meridional, imagen de Dbus, que estaba "en situación terminal".

La ranita meridional, apunta Garin, solo se halla en el triángulo formado entre Donostia, Usurbil y Orio. Para garantizar su supervivencia, en la década de los 90 comenzó un trabajo que culminó con la creación de pozos en la zona de Igeldo e Igara.

"Se hizo una red de charcas que ha servido de paraguas para otras especies de anfibios y también de mamíferos que van a beber a las mismas o para aves que las usan para bañarse", detalla De Vicente.

Pozos de este tipo, enumera Ion Garin, se han ido incorporando, además de en los enclaves antes señalados, en Ulia, Mendizorrotz y también en el parque de Ametzagaina.

Otra especie singular que habita en Donostia es la lagartija parda que se puede hallar en la isla Santa Clara y que, según recuerda Joseba Gurutz de Vicente, "poco a poco tiende al gigantismo, que es algo normal en las islas".