- Una veintena de surfistas de distintas localidades de Gipuzkoa se han adherido al manifiesto en contra de la instalación de olas artificiales que se proyecta en la loma de Antondegi.

Los deportistas -entre ellos el zumaiarra Alex Uranga, dos veces campeón de Europa, y el donostiarra Urko Otxoa, dos veces campeón del mundo de kayak surf- han rechazado la creación de la piscina artificial para la práctica del surf, uniéndose así a la recogida de firmas promovida por el colectivo Antondegi Berdea, una plataforma creada recientemente para oponerse al proyecto, que el Ayuntamiento de Donostia prevé autorizar, con el apoyo de PNV, PSE y PP.

El colectivo Antondegi Berdea-Olatuak Itsasoan está integrado por miembros de Surfrider Foundation Europe, el grupo ecologista Eguzki, el movimiento contra el cambio climático Fridays for Future, las asociaciones Haritzalde y Parkea Bizirik, la asociación ornitológica Itsas Enara y la plataforma por el decrecimiento turístico Bizilagunekin. También cuenta con el apoyo, según señalaron, de Greenpeace, Surf & Nature Alliance y SEO-Birdlife.

La campaña iniciada por Antondegi Berdea reclama "la paralización inmediata del proyecto" y anuncia movilizaciones para "informar de las implicaciones y consecuencias negativas del proyecto tanto al conjunto de la comunidad surfista de Gipuzkoa como a la población guipuzcoana y especialmente a la donostiarra".

Los argumentos en los que basan sus críticas al proyecto son de tipo medioambiental, ya que consideran que el proyecto puede tener afecciones negativas al entorno natural, y también de otro tipo. Por ejemplo, aseguran que la iniciativa "no responde a una demanda de l@s surfistas" y critican que la empresa promotora anuncie que será una especie de "centro de tecnificación para surfistas y deportistas", lo que, según la crítica, supondría que no estará abierto a todo el público porque "solo podrían acceder competidores y surfistas que respondan a los criterios establecidos por la empresa".

Los opuestos al proyecto también rechazan su construcción ya que la empresa interesada en crearlo " cuenta con una infraestructura ya existente en Aizarnazabal, para la que contó con permisos especiales".