El nuevo barrio de Txomin Enea de Donostia luce hermosos edificios y acoge a vecinos contentos de haber empezado una nueva fase de su vida en la zona cercana al Urumea. Sin embargo, en los últimos días, la aparición de ratas y ratones, algunos de los cuales se han cazado dentro de las terrazas y las cocinas, han sembrado el desasosiego entre los residentes.

Algunos afectados achacan la presencia de los animales a que los edificios están sin rematar, además de a que siguen las obras en la zona, ya que aún se están construyendo dos edificios en parcelas cercanas y queda pendiente de ejecutar la futura plaza central de Arteleku. Además, hay vecinos que creen que el hecho de que los roedores hayan entrado hasta la cocina está motivado en que el Ayuntamiento no se ha hecho aún cargo de la totalidad del barrio. Parte de él, como la plaza Wroclaw, donde abundan los roedores, está aún en manos de la promotora, porque no se ha terminado toda la urbanización.

Ya el pasado viernes, Día de Navidad, se intensificaron las quejas de los residentes, que recurrieron a las redes sociales para dar a conocer la situación y mostraron fotografías de ratones atrapados en trampas. "Yo ya he cogido ocho", explicaba ayer a este diario Juan Encinas, uno de los vecinos de la plaza Wroclaw que ha recibido la molesta visita de los roedores. "No solo soy yo, otros vecinos de los números 7, 5 y 1 de la misma plaza también han cogido ratones. Uno cinco, otro seis...", explica molesto.

Este portavoz vecinal confiesa que el temor de los residentes es que las ratas hayan podido anidar en el interior de sus edificios y sea ese el motivo por el que algunos roedores hayan entrado en las propias viviendas. "Lo que está claro es que la promotora no ha terminado las fachadas y hay huecos en la parte de abajo, de donde creemos que han podido entrar en los edificios", se queja este vecino, que urge a la promotora a rematar los trabajos.

El Ayuntamiento, por su parte, ha mantenido un encuentro con la constructora para ver qué plazos tiene para finalizar el barrio que "sigue en construcción", según señaló la concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus. La corporativa recordó que cuando se producen movimientos de tierras no es anormal la presencia de roedores y recordó que ha sucedido lo mismo en otras zonas residenciales de la ciudad.

Por su parte, el concejal de Mantenimiento Urbano, Miguel Ángel Díez Bustos, explicó que, tras conocer la situación, el Ayuntamiento encargó a la nueva empresa antiplagas que trabaja para el Ayuntamiento que se hiciese cargo de la situación y esta comenzó el miércoles una campaña concreta de desratización en la zona. "Se ponen trampas, que tienen un veneno que afecta a estos animales", señaló el corporativo, que añadió, no obstante, que el efecto no es inmediato. El edil agregó que "no solo en los barrios que están en obras hay roedores; los hay en todos y por eso el Ayuntamiento lleva a cabo distintas campañas de desratización al año, además de algunas puntuales, cuando es necesario".

La promotora responsable de la construcción del barrio, por su parte, considera que pueden existir otros factores desencadenantes de la presencia de roedores. Asimismo, ha pedido al Ayuntamiento que actúe de modo inmediato contra la posible plaga y se ha puesto a disposición de la institución y los vecinos para llevar a cabo cualquier acción que se considere necesaria.

La promotora cree que puede haber otros factores desencadenantes de la presencia de roedores, además de la obra