- La moratoria en el otorgamiento de licencias de obra en los edificios cuya catalogación podría variar, según el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc) en tramitación, no durará un año, como estaba previsto, sino que sumará 70 días más. Así lo explicó ayer la concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus, en la comisión de Desarrollo y Planificación del Territorio, donde recordó que la pandemia motivó una suspensión de todos los plazos administrativos, lo que afecta también a la tramitación del documento que debe concretar la protección de los edificios de interés de la ciudad. Así, aunque la moratoria en las licencias tenía fecha de finalización el 7 de febrero, finalmente la tendrá el 19 de abril, lo que añade un tiempo más sin obras en estos inmuebles.

La corporativa respondió así a una interpelación presentada por EH Bildu en la que le preguntaba el porqué del "retraso" en la tramitación del documento. Asimismo, recordó que las distintas alegaciones de los particulares propietarios de edificios y otros interesados por los inmuebles afectados por el Peppuc (aprobado inicialmente en febrero pasado) terminaron de presentarse en junio y que el equipo redactor está analizado "una a una" todas las reclamaciones, lo que calificó de una "ardua labor".

Asimismo, recalcó que en su trabajo de análisis, el equipo redactor del Peppuc y el departamento de Urbanismo pretenden que no haya después reclamaciones con "vinculación singular", que podrían obligar al Ayuntamiento a indemnizar a los propietarios por obligarles a preservar determinados elementos de sus edificios.

La delegada de Urbanismo añadió que los alegantes recibirán la respuesta de modo individual, algo que fue valorado positivamente por el concejal de EH Bildu Ricardo Burutaran.

La reforma del Peppuc que tiene lugar actualmente es la segunda que afecta al mismo documento. El texto, aprobado inicialmente el pasado mes de febrero, incluyó en el catálogo de protección o subió la categoría de 210 edificios más (entre ellos, más de 150 villas). El Peppuc actual se aprobó en 2014 y, tras el derribo de varias villas en Ondarreta que resultó muy polémico, arrancó una primera revisión.

Por otra parte, el concejal Ricardo Burutaran presentó otra interpelación para quejarse de que Donostiako Etxegintza exige a las comunidades de vecinos que ejecutan obras con subvención municipal que pongan a la vista un cartel de papel en el que se informa de que la actuación recibe fondos del Ayuntamiento. El edil insistió en que no es Donostiako Etxegintza quien otorga las ayudas, sino el Ayuntamiento, y dijo que así la subvención es "una cartel anunciador del gobierno municipal".

Arzallus respondió que la ley obliga a que se informe de quién da la subvención y añadió que Donostiako Etxegintza es también Ayuntamiento. Además, consideró adecuado que la ciudadanía sepa que una obra concreta está siendo sufragada con fondos de todos los ciudadanos, algo que no compartió el edil de EH Bildu.