- El nuevo ascensor inclinado de Larratxo, el segundo de este tipo en Donostia tras el de Morlans, empezó a funcionar el pasado miércoles, con la asistencia de los concejales de Proyectos Urbanos, Marisol Garmendia, y Mantenimiento Urbano, Miguel Ángel Díez, que comprobaron su buen funcionamiento. Sin embargo, por la tarde, el elevador sufrió una pequeña avería, que llevó a que dos chavales se quedaran atascados, según informaron vecinos de la zona. El Ayuntamiento, por su parte, explicó que las averías en los primeros días de funcionamiento no son extrañas ya que las maquinarias empiezan a trabajar en firme. En concreto, el problema que afectó al elevador de Larratxo fue una rueda del contrapeso, que fue sustituida por los técnicos, con lo que la avería quedó subsanada.

El ascensor inclinado de Larratxo ha supuesto una inversión de 1,7 millones de euros. Permite salvar un desnivel de 31 metros y recorre una distancia cercana a los 100 metros, que recorre a una velocidad de 1,6 metros por segundo. "En apenas un minuto se recorre esta distancia entre el cruce de Leosiñeta con Larraundi, en la parte alta de Altza, por lo que la mejora de las comunicaciones es evidente", recalcó Garmendia en la puesta en marcha del elevador.

La cabina del elevador permite que suban en ella 25 personas, aunque en estos momentos se ha limitado a cinco, a causa de las medidas de prevención sanitaria por el COVID-19.

Otro ascensor de Larratxo, de tipo convencional y que une el paseo de Larratxo con Bertsolari Txirrita, estuvo sin servicio varios días en febrero a causa de la avería en una pieza del motor denominada variador.

En esta zona de Larratxo, el Ayuntamiento está llevando a cabo estos días otra obra acordada con los vecinos de las comunidades de los portales 46-56 del paseo de Larratxo, que tiene como objetivo suprimir las escaleras de acceso y cambiarlas por rampas, con el fin de facilitar el acceso a las personas con problemas de movilidad.

El ascensor de Morlans, el primero inclinado construido en Donostia, ha sufrido múltiples averías desde su puesta en marcha, muchas de las cuales han estado motivadas por un mal uso por parte de usuarios y vandalismo, según informó el Ayuntamiento.

A pesar de los problemas que aquejan a estas instalaciones, la puesta en marcha de nuevos ascensores sigue en la agenda municipal ya que mejora la accesibilidad a los puntos elevados y son muy demandados por la ciudadanía.

A finales del pasado año quedó aprobado el proyecto para construir el primero de los cuatro ascensores que unirán en el futuro el Seminario con la calle Escolta Real, en la zona baja del barrio de El Antiguo, salvando un desnivel total de 52 metros. La obra, como muchas otras, podría resultar afectada por la reducción de fondos en el Ayuntamiento a causa de la crisis del coronavirus.

De cualquier modo, el proyecto aprobado prevé un elevador que sube 19 metros para conectar la zona de los números 26-28 de Escolta Real con el paseo de Hériz, 21. Su coste se acerca al millón de euros.

Según el diseño aprobado, el primer tramo tendría una pasarela al inicio de las escaleras de Escolta Real para conectar con el ascensor. El hecho de que el Ayuntamiento no sea propietario de todos los terrenos necesarios para ejecutar la obra hace que esta se pueda demorar hasta obtenerlos mediante expropiación.

El siguiente de los cuatro ascensores previstos sería el cuarto, con otro millón de euro de inversión, y finalmente se ejecutarían el segundo y tercero, según el plan en vigor, cuyas fechas de ejecución están en el aire.