a asociación Áncora acoge con escepticismo el anuncio de acuerdo sobre el futuro del Bellas Artes, próximo a alcanzarse tras las conversaciones mantenidas entre el alcalde Eneko Goia y el gerente de la SADE. La entidad defensora del patrimonio local se constituyó precisamente con el objetivo de salvar este monumento, línea en la que continúa trabajando desde hace varios años y que le valió la concesión de la Medalla al Mérito Ciudadano.

Áncora ha tenido noticia de la última propuesta de la SADE a través de los medios de comunicación. Por ese motivo prefiere ser cauta de momento, hasta conocer el proyecto arquitectónico de primera mano y analizarlo con detalle. A simple vista parece continuista con los anteriores, si no es el mismo, que pasaba por demoler interiormente el cinematógrafo y rasgar o derribar parcialmente las fachadas de Prim y Urbieta con intención de incluir un parking subterráneo y dos levantes sobre la cubierta. La única diferencia que percibimos con claridad es el cambio de uso: en vez de ser residencial, se plantea un apartahotel, fácilmente convertible en viviendas a medio plazo.

Habría que recordar, que el propio consistorio ya denegó la licencia de vaciado interior el pasado 18 de febrero. Basándose en dos informes: uno de los propios técnicos del Ayuntamiento y otro externo, encargado al arquitecto Pedro Ponce de León. El proyecto actual, que sigue contemplando la destrucción interior del edificio e importantes alteraciones en su envolvente, conllevaría el incumplimiento de su propia orden de hace, tan solo, cuatro meses. Una línea roja que el gobierno municipal no estaba dispuesto entonces a rebasar.

Una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, dictada en apelación (STSJPV nº 149/2020) concluye que la SADE debe costear las reparaciones exigibles a cualquier propietario urbano. Estas obras se impusieron tras la realización de una ITE (inspección técnica de edificios) y se extienden, entre otros puntos al: mantenimiento de postes y estructura metálica del sótano; la reparación de vigas en la sala de butacas; reparación de forjados en la antigua sala de ensayos del Orfeón; reparaciones en la armadura de la cubierta; refuerzos en las escaleras; impermeabilización del tejado y arreglo de conducciones pluviales; sellado de huecos en el chaflán, etc. Se mantiene asimismo la obligación de reponer la cúpula en el contexto del futuro proyecto de rehabilitación del cinematógrafo, que podrá ser consensuado con las instituciones o bien impuesto directamente por el Ayuntamiento.

Estas obras se ejecutarán con cargo a la empresa, con un límite del 60% del valor de reposición del inmueble, según los magistrados. Esta cantidad puede estimarse en unos 5 millones de euros, que la SADE deberá aportar para devolver la estabilidad, estanqueidad y seguridad al bien protegido. Áncora ha presentado una alegación en el contexto de la revisión del Peppuc solicitando la inmediata ejecución de esta sentencia, que entiende muy favorable a la conservación del monumento y beneficiosa económicamente para la ciudad.

El pasado día 9 de junio Áncora pidió una reunión con la concejala de Urbanismo Nekane Arzallus, pero todavía no ha recibido contestación a su solicitud. La asociación ve con buenos ojos la implantación de cualquier uso terciario, siempre y cuando se adapte y sea respetuoso con las características estructurales y tipológicas del monumento. Esperamos poder celebrar en breve un encuentro con el alcalde y la responsable de Urbanismo, que ayude a clarificar criterios, precisando las posibilidades de intervención.

El histórico cinematógrafo se encuentra desde el año pasado en situación de alerta internacional. Los expertos de Icomos han señalado en reiteradas ocasiones que esta obra posee un valor excepcional y un significado cultural universal, que debe traducirse en una rehabilitación adecuada. Esta institución (organismo competente para declarar los bienes Patrimonio de la Humanidad) también ha formulado una alegación específica al Peppuc, solicitando un aumento de protección en su ficha urbanística.