- Las tres playas donostiarras contarán finalmente con servicio de cabinas en la anómala temporada que arrancó ayer. A pesar de haber anunciado que las taquillas para depositar los enseres mientras se disfruta de la playa no estarían disponibles a causa del coronavirus, finalmente sí funcionarán, aunque no se podrán usar las duchas calientes, como otros años.

Las playas cuentan desde mediados de junio con servicio de socorrismo, así como duchas frías en la arena y se ha puesto en marcha una aplicación para conocer el aforo disponible en los arenales, según recordó ayer la concejala de Espacios Públicos, Marisol Garmendia. “En el arranque oficial de la temporada se completa con las cabinas la oferta de servicios en las playas donostiarras en este verano atípico como consecuencia de la crisis provocada por el coronavirus”, dijo la corporativa.

Así, desde ayer y hasta el 15 de septiembre, las taquillas se pueden utilizar en su horario habitual de 9.00 a 20.30 horas tanto para guardar la ropa y pequeños objetos personales, como para cambiarse de ropa. También funcionan los evacuatorios.

Además, se abrieron ayer los bares que existen en el voladizo de La Concha. “Las playas son el principal atractivo de la ciudad, pero debemos preservar al máximo las medidas que nos protejan de posibles rebrotes”, señaló Garmendia, que añadió que “es imprescindible hacer caso de las recomendaciones emitidas por megafonía o a través del color de los banderines colocados en los accesos a La Concha así como de las indicaciones que realicen la Guardia Municipal y los hondar-tzainak”.

Mientras en Ondarreta y Zurriola no hay tantos problemas, en La Concha se impide el paso de las personas dos horas antes y dos después de la pleamar, lo que ha provocado días atrás largas colas en el paseo de La Concha a la espera de poder bajar cuando finaliza el periodo de cierre.

Por otra parte, este verano tampoco se han instalado toldos en las playas donostiarras ni se alquilarán sillas para sentarse, como otros años.