os quioscos y tiendas de periódicos, revistas y papelería, más de medio centenar en Donostia, cumplen una función esencial estos días, en los que son de los pocos comercios que pueden mantener abiertas sus puertas. Sin embargo, no todos los establecimientos están trabajando igual y, nunca mejor dicho, la intensidad va por barrios. En las zonas menos céntricas de Donostia, los quioscos siguen vendiendo cada día periódicos y revistas; pero en las zonas neurálgicas, donde se concentran oficinas y hay menos paso de ciudadanos de lo habitual, están notando un descenso de actividad preocupante. El quiosco de la estación de autobuses, por ejemplo, ha optado por cerrar ante el descenso de actividad.

Pero este no es el caso de algunas librerías y papelerías de barrio, en las que la actividad está cambiando, pero apunta hacia arriba, al menos, por el momento. Este es el caso, por ejemplo, de Librería Peñuelo, en la calle Arrizar de Altza, un establecimiento con gran escaparate aunque pequeño en su interior, con 21 metros cuadrados, conocido por todos y que tiene 49 años de existencia. Andoni Peñuelo, miembro de la tercera generación en el negocio, charla por teléfono con NOTICIAS DE GIPUZKOA mientras atiende a clientes que acuden a por su ración diaria de información en papel.

"Nosotros estamos trabajando bien porque algunos comercios y bares que también vendían prensa ahora han tenido que cerrar y nos vienen nuevos clientes", explica el comerciante, que añade que "también es verdad que algunos no bajan a comprar el periódico pero se compensa con los que lo hacen por primera vez". "Hay que señalar que, además, están cerradas las casas de cultura, donde iban muchos vecinos, y ahora necesitan informarse y compran los diarios", añade el tendero.

El trabajo estos días, sin embargo, es algo diferente a lo habitual. "Como la tienda es pequeña, hay que hacer cola fuera y no nos detenemos a charlar con los clientes, como se suele hacer en otras ocasiones", señala.

En este establecimiento, como en todos los consultados por este periódico, estos días cierran por las tardes y concentran su actividad por las mañanas. "Vengo a las 6.00 horas y tengo mucho trabajo porque, como siempre, hay devoluciones que hacer y, además, ahora la gente nos pide por teléfono más libros para leer", explica Peñuelo, que recalca que, a pesar de la existencia de libros electrónicos, muchas personas encargan su lectura en hojas de papel. Para el comerciante, las tiendas de barrio presentan la ventaja de que se encuentran en el radio de acción en el que se pueden mover los vecinos.

Y otros productos de papel también están dando un trabajo añadido en estos establecimientos. Desde cartulinas y cuadernos para las etxekolanas de los críos, hasta fotocopias para los estudiantes, la tienda altzatarra no se queja por el momento de la actividad en tiempos de crisis por el coronavirus.

Tampoco se lamenta, aunque sí ha notado cierto bajón, Itziar Alonso, de la tienda de prensa de José Elosegi 105, un establecimiento que no solo vende periódicos y revistas sino, también, todo tipo de cuadernos, bolígrafos y material de oficina que se está vendiendo más de lo habitual. "Entre semana se nota cierto bajón entre la clientela, pero el fin de semana viene más gente", explica Itziar, que también hace reparto domiciliario de prensa y revistas. "Algunos nos han dicho que mientras dure este problema no quieren periódicos, pero otros han venido por primera vez a pedirlos", recalca la comerciante, que cree que se compensan unos con otros.

La quiosquera opina que la gente necesita informarse pero, sobre todo, entretenerse y percibe un cierto repunte en la venta de revistas de cotilleos. "Es que los periódicos ahora mismo solo tratan de un único tema y la gente necesita algo más", cree. Cuadernos, cartulinas, pinturas€ también son en esta librería productos más demandados de lo habitual, recalca, lo que apunta en el lado positivo de la balanza.

"Sí notamos que vendemos más cuentos de niños y papelería, aunque hemos perdido la venta de prensa a los bares", explica otro vendedor del barrio de Gros.

Zonas céntricas

Muchas menos ventas

Pero en otros puntos de venta de prensa pasa exactamente lo contrario. El responsable del único quiosco que queda actualmente en el Boulevard, junto a La Bretxa (el cercano al Ayuntamiento cerró hace meses), se muestra pesimista ante la situación actual. "Las ventas me han bajado un 75% aproximadamente porque sirvo a muchos bares y están cerrados, así como a los hoteles, que no tienen clientela y, la verdad, no sé si voy a poder aguantar", dice Fernando Olariaga, que muestra su preocupación. "Además -se queja-, la gente mayor no sale de casa y si sale y le echa la bronca la policía por venir al quiosco, pues ya no viene más", dice. "El otro día vino una señora desde la calle Legazpi y la policía la paró, por lo que la vez siguiente no vendrá y comprará el periódico en la panadería", dice el comerciante, que se declara "quemado" y considera "competencia desleal" que distintas tiendas tengan permiso para vender prensa estos días, cuando los quiosqueros no pueden expender productos ajenos.

Tras catorce años al frente del establecimiento, se muestra desanimado porque, además, la gente de la Parte Vieja, mucha de ella de avanzada edad, no se atreve a salir a buscar la lectura informativa a la que ha estado acostumbrada toda su vida. "Se contentan con la televisión", dice.

En Donostia hay más de medio centenar de tiendas de prensa y quioscos que, si abren estos días, lo hacen por las mañanas

"Estamos trabajando bien porque algunas tiendas y bares que vendían prensa han tenido que cerrar"

Libreria Peñuelo

"Creo que las revistas de cotilleo han subido un poco; la gente tiene ganas de entretenerse"

Librería Itxiar

"Las ventas me han bajado un 75% porque sirvo a bares y hoteles y a la gente no le

dejan venir"

Quiosquero del Boulevard

Los establecimientos de prensa perciben una mayor venta de cuadernos, cartulinas y material escolar para el alumnado