- El cementerio de Polloe restringirá la presencia de personas tanto en los entierros como en las cremaciones y adoptará las medidas que se están aplicando en todos los órdenes sociales para evitar que las despedidas fúnebres puedan ser foco de contagio del virus COVID-19, según informó ayer el Ayuntamiento de Donostia. En el caso de fallecimientos por esta infección, los allegados no podrán acudir ni al entierro ni a la incineración.

En los demás casos, las despedidas de los seres queridos fallecidos tendrán que llevarse a cabo en la más estricta intimidad y únicamente se podrá pronunciar un breve responso en el cementerio con un máximo de quince personas. Además, estos asistentes deberán guardar estrictamente la distancia de metro y medio de seguridad en ellos.

Por otro lado, en las incineraciones, la ceremonia de despedida se llevará a cabo en la zona exterior del crematorio, por lo que no se podrá acceder a la sala, y con un máximo de diez personas.

En el caso de fallecimientos por coronavirus, los allegados no podrán acudir ni al enterramiento ni a la incineración, según concretó el Consistorio, para alejar el peligro de contagio.