Donostia - "Urgull se trata como un parque y debe ser tratado como un espacio arqueológico". Así lo defiende el doctor en Historia y geógrafo donostiarra Juan Antonio Sáez García, que ha escrito la Guía para perderse en Urgull, una publicación disponible de modo gratuito en Internet, que se puede consultar en la página web del Instituto Geográfico Vasco (Ingeba), www.ingeba.org.

La obra, de cerca de 300 páginas, es más "un libro de consulta que una guía", admite el autor donostiarra, que ha dedicado unos cuatro años a estructurarla y muchos más, con anterioridad, a estudiar las fortificaciones de Gipuzkoa, lo que se ha servido para esta nueva publicación, que se irá actualizando en la web a medida que surjan novedades.

Sáez ha escrito "unos 30 o 40 libros" de temática histórica sobre Gipuzkoa y en este último quiere poner en valor un monte lleno de construcciones militares, que es "la historia de San Sebastián ". El autor recuerda, por ejemplo, que el edificio más antiguo de Donostia es el castillo medieval, que queda oculto en el interior del macho de Urgull, anterior a la fundación de la ciudad por parte de Sancho el Sabio.

"El castillo medieval está muy encorsetado por fortificaciones exteriores pero es el edificio más antiguo de San Sebastián. Lo que se conoce como el macho es el revestimiento exterior del castillo y el actual museo de historia de la ciudad está en un cuartel del siglo XVIII, que se anexó al macho", explica el experto. La palabra macho viene del italiano maschio, que corresponde con el donjon francés, o torre del homenaje, indica Sáez.

La Guía para perderse en Urgull muestra numerosas fotografías e imágenes de edificios, baterías y construcciones militares surgidas a lo largo de más de cuatro siglos en Urgull, o el Castillo, como se denominaba el promontorio cuando el autor era niño y subía al monte, como era costumbre para muchos donostiarras. "En realidad, las construcciones son un montón de fortificaciones unas encima de otras, de distintas épocas y las que ven en la actualidad son relativamente modernas; muchas de la época de la guerra de Cuba", señala el historiador, que recuerda que como Donostia era una plaza real, temían que la flota americana atacara y por ello se crearon nuevos espacios de defensa en los lugares estratégicos del monte.

Pero en Urgull no hay tantos enclaves ideales para la artillería. Por eso, las construcciones militares de distintas épocas se han ido superponiendo unas sobre las otras. "Se van haciendo las fortificaciones y una batería se tiene que cambiar cuando cambia el tipo de artillería y como los puntos estratégicos no son tantos, se va haciendo una encima de otra. Los arqueólogos lo saben muy bien", explica.

"con cuidado" La superposición de construcciones de varios siglos atrás hace que Sáez defienda que cualquier actuación que se lleve a cabo actualmente en Urgull sea ejecutada "con mucho cuidado". Por ello, teme que la obra prevista para crear una red de saneamiento en el monte, que conecte las aguas negras con la red de la ciudad, pueda destrozar algún vestigio histórico aún sin documentar.

Tal y como muestra la publicación, el castillo de Urgull y sus fortificaciones están protegidas desde 1925 cuando se declararon bien cultural. Sin embargo, en opinión de Sáez, esta circunstancia no se ha tenido muy en cuenta en los últimos tiempos y se han ocultado restos del pasado.

Por ejemplo, se adoquinó la batería de Santa Clara, según lamenta el historiador. "Es el observatorio ideal para ver las olas porque no hay peligro. Se tendría que oficializar e, incluso, dejar pasar a la gente bajo su responsabilidad porque los donostiarras necesitamos un lugar donde ver las olas y no nos dejan", reclama. Por ello, sugiere que, como ha visto en algún viaje a Noruega, cuando hay temporal dejen pasar a las personas colocando un cartel que indique que es bajo su responsabilidad.

"En este punto había accesos a depósitos de munición y cuando se reformó todo en 1963 no se tuvo en cuenta. Ahora, si se hace una zanja se pueden destrozar vestigios históricos y me da la sensación de que, por ejemplo, la obra prevista para crear una red de saneamiento no va con un estudio arqueológico", señala. "Tiene que haber alguien que diga ojo, que aquí puede haber algo, es un espacio de presunción arqueológica", advierte.

bardocas También muestra su pena por la situación de algunos elementos actualmente abandonados como la Fuente de Bardocas, situada junto a los baños públicos del Paseo Nuevo. "Es un edificio pequeñito con una fuente antigua, de cuando no existía ni el Paseo Nuevo, ni las escaleritas ni la carretera hacia Urgull. Ahora está abandonada y sale agua por todos los lados. El Ayuntamiento tiene desconocimiento sobre eso y es una pena", recuerda el autor, que ha informado sobre ello al consistorio.

Sáez también defiende que, en Urgull, los árboles no deben ser los protagonistas ya que "la preferencia debe ser lo arqueológico". "Lo interesante es que la gente pueda entender los elementos del patrimonio y a veces los árboles no dejan verlo", dice el historiador, que recalca que "la naturaleza tiene que tener preferencia pero no debe ocultar el patrimonio". Antes, según recalca, el monte Urgull estuvo "pelado" y eran las autoridades las que decían dónde, qué árboles y cómo se podían plantar, como los pinos existentes aún, que no son originarios del monte.

Batería de Santiago

Batería de Napoléon

Batería alta Santa Clara

Fuente de Bardocas

Batería baja Santa Clara

Polvorín de Napoléon

Batería de las Damas

Batería de Bardocas

Cuartel de Bardocas

Castillo de La Mota