- Escaparates más amplios para los locales comerciales, permitir el uso residencial (viviendas o apartamentos turísticos) en las plantas bajas de los inmuebles de la zona alta que discurre entre la Herriko plaza y Gazteluondo, o reducir las cargas urbanísticas, mediante distintas bonificaciones, a la hora de rehabilitar o sustituir un edificio son algunas de las propuestas que recoge el documento base sobre el que pivota el proceso para definir el nuevo Plan Especial de Rehabilitación (PER) del Casco Histórico de Arrasate.

Dos décadas después de su entrada en vigor, el polémico PER afronta su revisión integral. Son incontables las quejas que comerciantes, hosteleros y residentes han interpuesto contra esta norma, que califican de "excesivamente restrictiva", y que en estos momentos afronta su modificación que se espera concluir "el segundo semestre de 2022", fecha para la que estará listo el nuevo PER.

"Se trata de adecuar la normativa a los estilos de vida, costumbres y consumo actuales. Que el Casco Histórico sea un lugar con encanto para vivir; que atraiga a nuevos residentes, sobre todo jóvenes", destacó ayer el edil de Urbanismo, Ibon Arrupe.

El Ayuntamiento tendrá más manga ancha. "Flexibilizará" la normativa, aunque los cambios que vayan a incorporarse deberán pasar el filtro del Gobierno Vasco que tendrá la última palabra a la hora de aprobar la nueva herramienta urbanística siempre y cuando no contravenga lo dispuesto en el Decreto 26/1997, que declara el Casco Histórico arrasatearra Bien Cultural Calificado con la categoría de Conjunto Monumental.

Las propuestas realizadas por la ciudadanía, formaciones políticas y el Consistorio constituyen el eje del debate del Consejo Asesor de Planeamiento Urbanístico; un órgano que aglutina a más de una veintena de representantes de los ámbitos del comercio y hostelería, la industria, cultura, sindicatos, tercera edad, escuelas, alcaldes de barrios y partidos políticos, entre otros.

Las 24 sugerencias candidatas a engrosar las modificaciones del PER están siendo analizadas por este consejo que tendrá su informe para "principios de 2021". A partir de ahí los técnicos municipales harán un planteamiento final que se someterá a la fase de aprobaciones, alegaciones€, antes de desembocar en el nuevo PER.

Así, las propuestas que están sobre la mesa dividen el Casco Histórico en dos zonas: la estructura medieval (la almendra) y los arrabales (Maala, Olarte y una parte de Gazteluondo). En cuanto a los escaparates de los comercios se quiere suavizar la normativa, que actualmente exige que estas cristaleras vayan alineadas con las ventanas de la planta superior del inmueble, reduciendo su tamaño de forma notable. Se propone poder ampliarlas hasta el doble de las citadas ventanas si las características del local así lo permiten.

Los cambios del PER prevén, asimismo, consolidar la plaza Arotz como espacio libre no edificable, la misma condición que se proyecta para la parcela del antiguo bar Mendi, que podría pasar a zona verde con carácter definitivo. El solar del que fuera cine Ideal (Alai) mantiene su calificación de equipamiento-comercial privado y se le añade también el uso residencial.

Por otro lado, la idea es que el Ayuntamiento complete la operación de compra de las viviendas de Zeharkale 1 y Erdiko kalea 11 (algunas ya ocupadas por departamentos municipales) para en un futuro levantar un nuevo edificio destinado a servicios públicos. Esta actuación implica suprimir el cantón de Zeharkale, un punto negro desde la perspectiva de género.

Se contempla, a su vez, la opción de fusionar dos locales contiguos de parcelas distintas, así como la construcción de sótanos y la autorización del uso de estos como garajes (condicionado al cumplimiento de la norma en materia de arqueología).