A partir del 4 de mayo atendemos con cita previa, reza el cartel que puede leerse en el escaparate del comercio de lencería Sikol de Arrasate. Tras 52 días cerrada a cal y canto, esta tienda situada en la calle Olarte subió ayer de nuevo la persiana, al igual que otros muchos establecimientos y servicios. Pesaba aún la incertidumbre con la que han convivido durante más de mes y medio, pero, al mismo tiempo, les invadían "las ganas" de volver a "ver a nuestros clientes, de hacer lo que nos gusta", señalaba Yolanda Sánchez.

Tenían todo listo para el regreso. En los días previos a la reapertura desinfectaron el local y prepararon el espacio para probarse las prendas. La clientela debe llevar mascarilla y se les facilita el gel hidroalcohólico para la correcta limpieza de las manos. "Hacemos lo que nos aconsejan; adaptándonos y tomando las medidas necesarias", apuntaba Sánchez, después de recibir a sus primeras clientas, a lo largo de esta semana con cita.

"En el caso de la ropa interior, las bragas no se prueban y los sujetadores sí; pueden tocarse porque desinfectamos las manos. Yo me pongo guantes, aunque los hemos utilizado siempre. De todas formas, como tenemos una ficha con las tallas de nuestras clientas, procuramos que vean cómo les queda aquella prenda que más les gusta y no todas las que les mostramos. Los productos que se prueban durante el día se van apartando para pasarlos por la vaporeta y desinfectarlos antes de traerlos de nuevo a la tienda", detalló esta comerciante arrasatearra.

"Duro" mentalmente. Un mar de dudas. Inseguridades. "La incertidumbre ha sido grande, pero, por otra parte, hemos sentido el apoyo de la clientela, sus ánimos a través de las redes y WhatsApp", destacó Yolanda.

Ayer también fue el primer día, después del parón obligado, para el centro de fisioterapia Abian. "Teníamos demanda de casos de lesiones crónicas y sesiones de mantenimiento y, a su vez, nuestras propias ganas de seguir ejerciendo la profesión que nos gusta", explicó Arkaitz Ceciaga.

El protocolo de seguridad e higiene lo siguen a rajatabla. Trabaja un o una profesional en cada turno de mañana y tarde. En total son cuatro. "El paciente viene con mascarilla, se quita el calzado al entrar y se limpia las manos con el gel desinfectante. Solo utilizamos las dos salas individuales, cuando se desocupa una la desinfectamos y atendemos en la otra; así sucesivamente. El gimnasio para las rehabilitaciones que nos llegan de las compañías de seguros está parado de momento, dentro de dos-tres semanas lo pondremos en marcha con otra distribución", precisó este fisioterapeuta arrasatearra.

El cierre hace mella. "La facturación de un mes es importante y no la hemos tenido", señaló pensativo. No han retomado la actividad a un ritmo normal. Seis citas en la mañana de ayer, cuando en una situación normal son "casi el doble".

Repararon, asimismo, en las ayudas. "Que el Consistorio nos exima de los impuestos fijos en estos meses es un apoyo. En cuanto a los bonos que se van a sacar, no todos los establecimientos se beneficiarán por igual; creo que es más una ayuda al comprador que al comerciante", consideró Sánchez. Instan al Ayuntamiento a consultarles lo que "necesitan".