arece que fue ayer pero mañana se cumplen trece años desde que el Ayuntamiento de Eibar procediera al desalojo del viejo mercado de Errebal y al traslado de los puestos que albergaba en su interior a la plaza habilitada de manera provisional en las instalaciones que acogieron el cine Rialto.

Inicialmente, ese realojo temporal iba a ser para un periodo de dos años, pero el fracaso del proyecto inicial promovido para generar en el centro de la ciudad un polo que equilibrara la actividad comercial ante la llegada de El Corte Inglés propició que ahora, trece años después, los puestos que sobreviven estoicamente en el mercado provisional del Rialto sigan peleando para intentar tener en el futuro nuevo edificio polivalente de Errebal un espacio que el Consistorio, hoy por hoy, sigue sin garantizarles.

Dada esa situación, la plataforma Errebal ha aprovechado que se cumplen trece años desde el último día que la plaza de Errebal estuvo abierta al público para recordar la historia "de un mercado de abastos condenado a muerte, de una calle (Errebal) que sufre desde entonces el maltrato de su Ayuntamiento, de un agujero económico del que no quieren dar explicaciones públicas y de un insulto incesante a la ciudadanía que defienden como gestión impecable".

Desde la agrupación ciudadana tampoco se olvidan "de todas esas baserritarras y puestos que durante estos años han ido dejando la plaza, descorazonados por la falta de empatía que han encontrado durante este tiempo". A su entender, "carnicerías, pescaderías, puestos de bacalao, fruterías, tienda de vinos€ fueron muchos los negocios que formaron parte del mercado de abastos y que encontraron más ayuda para desistir que para buscar un relevo"; por lo que la plataforma Errebal quiere rendirles su pequeño y particular homenaje: "a todos ellos y a los cuatro puestos que a día de hoy mantienen viva la plaza; así como a las baserritarras que pese al frío y lluvia, el desinterés y el abandono, han seguido trayéndonos los productos de sus caseríos a nuestra plaza", señalan.

Desde la plataforma consideran que las baserritarras y demás comerciantes del mercado de abastos llevan sobre sus espaldas "demasiadas injusticias que venían de atrás pero que se atomizaron con el cierre y derribo de la plaza de Errebal".

Por ello, exigen "que este sea el último 7 de noviembre que conmemoramos con un mercado provisional aquel terrible desalojo" y muestran su deseo "para que dentro de un año podamos decir que ese amargo recuerdo se vio ligeramente endulzado al permitir el regreso de todos y cada uno de los puestos al nuevo mercado de Errebal".