uy siempre fieles. Los hondarribiarras volvieron a hacer gala ayer de la última característica, la más importante, que enumera el lema de su localidad: la muy noble, muy leal, muy valerosa y muy siempre fiel ciudad de Hondarribia. Lo hicieron al renovar un año más su incansable compromiso con la Virgen de Guadalupe, voto que permanece firme desde 1638 hasta en las peores circunstancias, como lo han demostrado los hondarribiarras en los últimos dos años.

La primera misa en honor a la Virgen, organizada por Alarde Fundazioa, tuvo lugar a las 9.30 horas en el Santuario de Guadalupe. Fue un acto sencillo al que pudieron acudir unas 270 personas (la mayor parte de ellas sentadas fuera de la ermita) y en la que, además de cantar la Salve, se renovó el voto a la patrona. Tras el acto y en las afueras del Santuario, el burgomaestre del Alarde tradicional, Iñaki Sagarzazu, se dirigió a los presentes para agradecerles la responsabilidad mostrada durante el evento y expresó su deseo de poder celebrar el desfile en 2022: "Yo, que soy un poco optimista, creo que este año estamos mejor que el año pasado; el año que viene, por lógica, tiene que ser mejor".

A las 11.00 horas, en la misma ubicación, se celebró el segundo rito, la Misa Mayor, a la que acudieron los concejales hondarribiarras, representantes de la compañía igualitaria Jaizkibel y otros 270 afortunados que pudieron adquirir las entradas gratuitas al evento. El guion del acto fue muy similar al primero.

Una vez finalizado el oficio religioso, el alcalde Txomin Sagarzazu atendió a los medios en las inmediaciones de la ermita y llamó a los hondarribiarras a disfrutar del 8 de septiembre "con responsabilidad". El primer edil también fue cuestionado por el conflicto del Alarde y aseguró que los grupos municipales todavía no han discutido la propuesta que Jaizkibel puso sobre la mesa en julio, la de incorporarse al Alarde tradicional como la vigesimosegunda compañía, si bien declaró que examinarán la cuestión una vez pasadas las fiestas.

En ese sentido, Sagarzazu hizo hincapié en que el proceso de diálogo no se ha detenido, aunque no negó que la pandemia ha puesto obstáculos en el camino. Como ejemplo de ello, el alcalde mencionó que las restricciones de movilidad han dificultado que la mediadora Jenny Pearce acudiese presencialmente a Hondarribia.

A continuación, a las 12.30 horas, un numeroso grupo de simpatizantes de Jaizkibel se concentró en la plaza 8 de Marzo para reclamar un lugar en el Alarde y, sobre todo, para rememorar al grupo de 26 mujeres de la agrupación Juana Mugarrietakoa que en 1996, hace 25 años, abrieron la lucha por la participación de la mujer en el Alarde.

Quedan 364 días. Todo puede pasar. Pero sobre todo, esperemos poder gritar: Gora Hondarribia! Gora Ama Guadalupekoa!

El alcalde Sagarzazu confirma que el diálogo sobre el Alarde sigue en pie, si bien la pandemia ha dificultado el proceso