os dos primeros años del mandato 2019-2023 no han sido corrientes. "Hemos tenido que vivir y superar una pandemia, imprevista y muy dura, que ha ocasionado un cambio total en nuestras vidas", reza el inicio del balance de este tiempo que el grupo municipal del PNV de Irun ha publicado este fin de semana. Las difíciles circunstancias que se han sucedido desde marzo de 2020 han marcado el comienzo del mandato y los jeltzales aseguran que en estos dos años han tratado de asistir al gobierno municipal realizando propuestas "que completaban" sus medidas sociales y económicas.

En este viaje, el eje principal que ha guiado la acción municipal del PNV ha sido, como explican desde el grupo en su balance, "la protección de la salud y de la vida de las personas, y el futuro social y económico de las próximas generaciones irundarras". Este compromiso se materializó durante la negociación presupuestaria de este 2021 en 63 propuestas concretas, que sumaban alrededor de tres millones de euros con el objetivo de "aprovechar todos los recursos económicos disponibles del Ayuntamiento" y revertirlos en el bienestar de los ciudadanos.

No obstante, el Gobierno de coalición que conforman el PSE y Elkarrekin Podemos-IU no compartió el planteamiento de los jeltzales y, según estos recuerdan, "no quiso contemplar el total de los recursos y presentó un presupuesto que además de no representarnos, creemos que no respondía adecuadamente a todas las necesidades de la ciudadanía irundarra".

Ya entonces, en torno al pasado mes de marzo, el edil jeltzale José Enrique Corchón alertó de que la mesura en el gasto del planteamiento presupuestario del Gobierno respondía a su voluntad de amortizar deuda este 2021, alegando prudencia de cara al futuro. "Pero ¿qué es la prudencia realmente? ¿Ayudar a los que más lo necesitan en ese mismo instante o amortizar una deuda que se puede ir pagando durante los próximos años?", se preguntan desde el PNV en su balance.

En opinión de los jeltzales, el centro claro de las políticas en el Ayuntamiento "debe ser el bienestar de las personas irundarras y su futuro". Por eso, desde la formación aseguran que miran "más allá" de lo inmediato, al trabajar por un proyecto de ciudad "completo, vanguardista y de futuro"; un planteamiento "ambicioso" que contempla planes como un Vía Irun "que elimine definitivamente la brecha que divide nuestra ciudad", la integración del Bidasoa en la ciudad "para que los irundarras puedan disfrutar del río" o la construcción de "unas instalaciones deportivas adecuadas en Txenperenea".

"Somos la segunda fuerza del Ayuntamiento, la única alternativa para muchas personas, y así nos lo demostraron los más de 7000 irundarras ofreciéndonos su apoyo y su voto hace dos años", aseveran los jeltzales, recalcando que seguirán "trabajando por el acuerdo".

Los jeltzales consideran que el planteamiento de amortizar deuda de los presupuestos de 2021 no fue el adecuado para Irun