- La asociación Kepa Ordoki Memoria Historikoa Bidasoan expondrá a partir del 9 de noviembre su muestra itinerante titulada Los deportados del Bidasoa en Hondarribia en el segundo piso de la oficina de turismo de Arma Plaza, gracias a la cesión del espacio por parte del Ayuntamiento de Hondarribia. Se trata de una exposición que tiene como objetivo honrar la memoria de los 90 bidasotarras deportados durante la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, de los cuáles 30 fueron asesinados en los recintos en los que los confinaron, ya fueran campos de concentración, de exterminio, guetos o fábricas de trabajos forzados.

Peli Lekuona, miembro de la asociación Kepa Ordoki, definió ayer la deportación como "la expulsión de una persona o un colectivo de un territorio en contra de su voluntad", una práctica que durante los principales conflictos bélicos del mediados del siglo pasado se realizó "con fines de aislamiento o esclavitud".

Lekuona también menciono que, según el Holocaust Memorial Museum de Washington, existieron unos 42.500 recintos con dicho fin, en los que recluyeron a entre 15 y 20 millones de personas, incluidos los 90 bidasotarras a los que la asociación Kepa Ordoki ha podido poner nombre y apellidos.

Asimismo, Lekuona consideró la importancia de tratar el tema de la deportación al sur del Bidasoa, pues aunque en Iparralde y en el Estado francés se trata de una problemática "trabajada y recordada", a este lado de la muga "es menos conocida".

Así, de entre los 90 deportados de Hendaia, Irun, Hondarribia y los municipios de Bortziriak, hubo tres hondarribiarras y, como narró Lekuona, todos ellos sobrevivieron al confinamiento al que fueron sometidos hasta que llegó su liberación. El primero de ellos, el arrantzale Eduardo Albistur Sagarzazu, estuvo recluido en el campo de concentración de Bergen-Belsen.

El segundo fue Francisco Aguilar Mendizabal que, si bien era logroñés de nacimiento, formó parte del grupo Juventudes Socialistas Unificadas de Hondarribia. Aguilar fue, además, corresponsal de la revista Avance mientras duró la Guerra Civil, puesto desde el que narró las vivencias de la brigada mixta de Luis Jubert en el Frente de Aragón. Tras la guerra, estuvo confinado en el campo de concentración de Gurs.

Por último, el hondarribiarra Clemente Sagarzazu Agirre estuvo recluido en los campos de concentración de Compiègne, Neuengamme y Wöbbelin. Tras dejar Hondarribia, Sagarzazu se mudó a Ziburu, donde regentó el establecimiento hostelero Restaurant du Fronton, y en el que, como miembro de la red Bordeaux Loupiac se ocupó de proteger a los soldados y aviadores aliados durante la ocupación nazi de Iparralde.

La exposición se completa con una conferencia de la mano del historiador José Chueca, que tendrá lugar, si las condiciones lo permiten, el próximo 13 de noviembre a las 19.00 horas en Kultur Etxea. Chueca es el autor del libro Gurs - El campo vasco.

La propia muestra podrá visitarse de forma gratuita a partir del próximo lunes y hasta el 22 de noviembre en el horario de la oficina Arma Plaza: de 10.00 a 18.00 horas de lunes a sábado y de 10.00 a 14.00 horas los domingos. Asimismo, y teniendo en cuenta el contexto pandémico, la oficina extremará las medidas sanitarias, por lo que en todo momento solo podrá haber, como máximo, miembros de dos unidades convivenciales distintas visitando la exposición.

De los 90 bidasotarras que fueron deportados durante la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, tres eran hondarribiarras