a fascinación entre los japoneses y los vascos parece ser mutua. Dejando a un lado las similitudes fonéticas que muchos afirman escuchar en las lenguas que unos y otros hablan, hay muchos factores que pueden explicar la innegable atracción que estos dos pueblos con culturas milenarias generan entre sí. La reciente apertura de un local que recrea la experiencia de acudir al mismísimo Gran Sol de Hondarribia en el centro comercial Miyashita Park del distrito de Shibuya de Tokio no hace sino confirmar que la gastronomía es uno de esos nexos entre Japón y Euskadi.

En palabras de la gerente del Gran Sol, Nekane Muñoz, esta aventura nipona es fruto de una "intensa colaboración con Hisashi Imazato", presidente de la compañía World Liquor Importers, con el objetivo de acercar a Japón la filosofía de los pintxos en la gastronomía. En ese sentido, para Muñoz el camino que ha permitido transmitir todo ese saber al equipo japonés ha sido "largo" pero satisfactorio. "Estamos plenamente orgullosos del trabajo realizado por el equipo de Imazato y por la fidelidad que se ha plasmado allí del Gran Sol", explica la gerente.

El resultado es un establecimiento con una generosa barra de pintxos entre los que se encuentran algunas de las mejores creaciones de los cocineros Mikaela Pop y Mikel Muñoz, como el Txerribeltz, pintxo que le otorgó al Gran Sol el segundo puesto del campeonato estatal pintxos y tapas del 2018, o el Mika, con el ganó el campeonato de Euskal Herria de 2017. Pop y Muñoz, que lamentaron no haber podido estar presentes en la inauguración del local en Shibuya debido a la pandemia, esperan que al establecimiento viva una "larga trayectoria" repleta de éxitos.

Por su parte, Imazato destacó durante la apertura en Tokio el haber tenido la oportunidad de visitar Hondarribia y de conocer el Gran Sol original de primera mano, cuyos pintxos le parecieron "inolvidables". "La experiencia que viví anima a repetir y a volver a probar, esa es la razón que me convenció para establecer esta colaboración", expresó Imazato.