Hondarribia - Habiendo transcurrido casi un año desde el inicio de su ocupación, la planta baja del palacio Egiluz, uno de los edificios más emblemáticos de la Parte Vieja de Hondarribia, luce muy diferente: con menos escombros, más ordenada. Urko Iridoy explica en estas líneas el trabajo que Hondarribiko Gazte Asanblada ha realizado en estos meses en la organización del gaztetxe y sus perspectivas de cara al futuro próximo.

En marzo se cumplen once meses desde que Hondarribiko Gazte Asanblada ocupó Egiluz. ¿A qué se han dedicado en el último año?

-Si ocupamos el edificio es porque considerábamos que desde el Ayuntamiento no se cumplía con nuestras necesidades como jóvenes. Desde el año pasado hemos organizado en Egiluz charlas y exposiciones más o menos cada dos semanas, uno o dos talleres por semana... Conciertos no hemos tenido muchos, por respeto a los vecinos.

¿Había algún requisito para participar en las actividades del gaztetxe?

-Ninguno, todas han estado abiertas a cualquiera que se acercase, no solo a los jóvenes.

El año pasado su compañero Asier Agirre hablaba del desalojo como una posibilidad al ser entrevistado por este diario; ahora es algo inminente. ¿Qué va a ocurrir?

-¿Cuándo llegue? No lo sabemos, no hay un plan. Hemos intentado parar esto. Hablamos con la otra parte, con representantes de la Iglesia, propietaria del edificio, pero no pudimos llegar a un acuerdo. Lógicamente, ellos tienen sus intereses y nosotros los nuestros.

El Ayuntamiento se ha ofrecido esta semana a intermediar entre ambas partes. ¿Qué papel sienten que ha jugado el Consistorio?

-En diciembre nosotros propusimos como solución que el Ayuntamiento comprase o alquilase Egiluz para que pudiéramos usarlo. Es cierto que era un conflicto entre dos entes privados, pero teniendo en cuenta el carácter histórico del edificio y las condiciones en las que estaba antes de que entrásemos, absolutamente abandonado, el asunto tenía interés público. Se podría decir que el Ayuntamiento ha intentado mediar, pero cuando descartó esa solución ya no había mucho que hacer.

¿Se plantean mantener el proyecto del gaztetxe aunque sea en otro lugar?

-Sabemos que el recorrido del gaztetxe en este edificio ya se ha acabado, es cuestión de tiempo, pero no vamos a dejar de lado el proyecto. Hemos metido muchísima horas en el último año como para dejarlo. Como también explicaba el Ayuntamiento en su nota de esta semana, ahora vamos a abrir una reflexión conjunta sobre las necesidades de los jóvenes de Hondarribia de tener un espacio propio y no sabemos qué va a salir de eso. Nosotros vamos a seguir, aunque sea en la calle.

El Ayuntamiento también mencionaba en su comunicado algunas alternativas de locales para Hondarribiko Gazte Asanblada. ¿Tienen pensado aceptar alguna?

-Habría que ver con qué condiciones se nos ofrecen, pero de partida creemos que algunas opciones no tienen mucho sentido. Se nos ofrece Zuloaga Etxea o Psilocybenea, entre otros lugares, pero no responden a nuestras necesidades. Necesitamos un lugar que podamos autogestionar y que sea polivalente.

Una playa. Me gustan las calas de Jaizkibel: la playa de los Frailes o la de Malarranas.

Un monte. Jaizkibel.

Un paisaje. La vista bajando la calle Mayor de Hondarribia, a la altura de la puerta de Santa María, con Larrun a la izquierda, Aiako Harria al frente y Jaizkibel a la derecha.

Una fiesta o evento. El Gazte Eguna de Hondarribia.

Un lugar. El palacio Egiluz, por todas las horas que hemos pasado allí en el último año, aunque ya nos quede poco.