Los trabajos de recuperación del entorno natural en la antigua central hidroeléctrica de Ereñotzu, situada en el cauce del río Urumea, han comenzado oficialmente este otoño. El proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de Errenteria como propietario de las instalaciones, cuenta también con la colaboración financiera del Ayuntamiento de Hernani, al tratarse de una intervención con impacto directo en la Entidad Local Menor hernaniarra.
Así, Errenteria adjudicó este verano a la empresa Construcciones Moyua SL el proyecto denominado Demolición del azud y restauración ambiental del canal de la central hidroeléctrica de Ereñotzu, por un importe de 1,37 millones de euros y un plazo de ejecución de cinco meses. Del total del presupuesto, Errenteria asumirá el 67,07% (918.902,39 euros), mientras que Hernani contribuirá con el 32,93% restante (451.162,31 euros).
Derribo de barreras
El derribo del azud y la restitución ambiental del canal supondrán una transformación relevante tanto desde la perspectiva ecológica como social. Así lo destacó la concejala de Medio Ambiente de Errenteria, Yolanda Martín, quien subrayó que la eliminación de barreras físicas permitirá “reforzar la biodiversidad del entorno y recuperar la conectividad natural del río”. La edil señaló que la intervención favorecerá la presencia de especies como la galemys, el salmón o el martín pescador, además de impulsar la recuperación de la flora autóctona.
En la misma línea, la concejala de Medio Ambiente de Hernani, Ainara Atorrasagasti, destacó el valor estratégico de la actuación: “Recuperar el Urumea es fundamental tanto por su dimensión medioambiental como por su función social”. "El río es un eje vertebrador para nuestros barrios y su restauración incide directamente en la calidad de vida”, añadió.
La intervención se enmarca en el convenio de colaboración firmado en 2025 entre ambos Ayuntamientos, un acuerdo que refuerza el compromiso conjunto para la recuperación del tramo fluvial y la mejora de su integración urbana. Aunque las obligaciones impuestas por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se limitaban a la demolición del azud, Errenteria decidió ampliar el alcance del proyecto incorporando la restauración ecológica del canal y del entorno afectado.
Para Ereñotzu, el edificio
Desde la Entidad Local Menor de Ereñotzu, su alcaldesa, Olatz Juantorena, valoró el impacto que tendrá la actuación en el día a día del barrio. Subrayó que la eliminación del obstáculo físico existente entre el núcleo urbano y el río “aportará cohesión a Ereñotzu” y facilitará la creación de un paseo llano que “será muy positivo para los vecinos y vecinas”.
La regidora anunció además un avance paralelo vinculado a este proceso de recuperación: el Ayuntamiento de Errenteria ha accedido a ceder a Ereñotzu la finca de la antigua central hidroeléctrica, ya en desuso. Este acuerdo permitirá destinar el edificio a usos sociales y culturales, un objetivo largamente perseguido por la entidad local. Para Juantorena, esta cesión supone “un paso decisivo” y abre la puerta a futuros proyectos, como la posible recuperación del segundo edificio de la central, ubicado en pleno casco urbano, y su transformación en un nuevo espacio comunitario.