EH Bildu ha enviado una nota de prensa en la que recuerda que la empresa que ha comprado Ternua, Dikar, mostró interés en venir a Zumarraga y no lo hizo por decisión del alcalde.
Consideran que lo sucedido es doloroso. “Pensar que la cooperativa de Mondragón que ha adquirido recientemente Ternua podría haber estado hoy ubicada en Zumarraga resulta, cuanto menos, doloroso”.
Los hechos se remontan al año 2018, dos años después de que la multinacional ArcelorMittal cerrara su planta de Zumarraga. “Allá por 2018, cuando esta cooperativa buscaba una nueva ubicación, se interesó por los terrenos de Arcelor y llegó incluso a entrevistarse con nuestro alcalde. Sin embargo, éste decidió, de manera unilateral y sin consultar con nadie, descartar cualquier análisis sobre su posible implantación en nuestro pueblo”.
No comparten los argumentos del alcalde. “La razón, según ha manifestado varias veces, era que dicha cooperativa fabricaba armamento y que no encajaba en su prototipo de empresa para Zumarraga. Paradójicamente, poco después sí volcó todos sus esfuerzos en promover la instalación de una incineradora (Plastic Energy) en nuestro municipio”.
EH Bildu se mostró en contra de la llegada de Plastic Energy, pero veía con buenos ojos la implantación de Dikar. “Hoy, esa cooperativa, que genera 250 puestos de trabajo, se encuentra ubicada en Arrasate. Y hoy leemos en la prensa que su actividad está centrada en los sectores de la caza, el tiro deportivo y el deporte al aire libre, y que acaba de adquirir Ternua Group dentro de su compromiso por preservar la industria, el empleo y el arraigo de esta enseña vasca”, señalan desde EH Bildu.
Sienten impotencia. “Desde EH Bildu vivimos todo esto con impotencia: con el querer y no poder de quien ve cómo decisiones personales e unilaterales hipotecan el futuro de Zumarraga. Las decisiones en materia de desarrollo industrial marcan el bienestar y las oportunidades de nuestros hijos e hijas, y por eso no pueden tomarse a espaldas de la ciudadanía ni de las fuerzas políticas del municipio”, indican.
Añaden que la localidad de Urola Garaia necesita un nuevo estilo de gobierno. “Seguimos necesitando un nuevo estilo de gobierno, más participativo, transparente y dialogante, que pueda equivocarse o acertar, pero siempre tras escuchar y contrastar con todas las partes interesadas. Nunca basado en decisiones unipersonales, no compartidas, gestionadas casi en secreto, cuyas consecuencias condicionan elementos vitales para el futuro de nuestra villa”, concluyen.