Con una gran sonrisa y ritmo cubano, Yuri interactúa con el público y consigue que los vascos se desprendan de su vergüenza y se echen a bailar. Ha trabajado incluso en una boda de un jugador de la Real Sociedad. 

¿Cuándo descubrió su vocación? 

–Siempre me he dedicado a la música. La música es algo que nace en la persona y yo desde pequeño, desde los 10 años, me he querido dedicar a ello. Profesionalmente, vivo de la música desde los 20 años.

¿Qué diferencias hay entre dedicarse a la música profesionalmente en Cuba o aquí? 

–En Cuba, después de terminar los estudios de música, te contratan en una empresa y tienes un representante que se encarga de buscarte los conciertos. Allí el tema de la cultura es diferente en este aspecto, en el sentido de que cuando tú eres un músico, tú perteneces a una empresa, pasas por una audición y luego hay un representante que se encarga de buscar los conciertos. Dando un concierto en Cuba, coincidí con una manager de un equipo de hockey de Budapest (Hungría). Y nos contrató para dar tres conciertos en Budapest con todos los gastos pagados y también estuvimos en Bruselas, Frankfurt... 

¿Cuándo llegó a Hernani?

–Aquí llegué en 2016. El choque fue fuerte y me costó un poco adaptarme, pero ahora me siento en casa. Aquí armé un grupo que se llamaba Son Pa Bailar. Teníamos un pianista de Tolosa, muy conocido y buenísimo, que se llama Iñar Sastre. También me ha tocado trabajar en hostelería. Entonces, por cuestiones de la vida, hace seis años conocí a mi mujer con la que formé el dúo Son Alegría. Hacemos boleros, canciones en euskera y de todo un poquito. Siempre nos aclimatamos a lo que quiere el cliente y a los géneros que le gustan en su fiesta privada, en su boda... Yo también me adapto a cantar con una banda, de solista o con un dúo.

¿En qué espacios suelen dar los conciertos? 

–Trabajamos en bodas, en bares y también en la calle y a la gente le gusta mucho que haya ambiente. Solemos cantar canciones clásicas, hacemos tributo a Los Panchos a Buena Vista Social Club, también cantamos alguna canción en euskera típica de aquí. También tocamos bachata, salsa, reggaeton... La gente lo suele pasar bien con nosotros. 

“Hay a mucha gente que le gusta la música en directo y no quiere renunciar a ella en una ocasión especial, como su boda o cumpleaños”

¿Para las bodas se sigue contratando música en vivo o cada vez se opta más por un DJ?

–Seguimos trabajando mucho en bodas. En una fiesta casi siempre hay un tiempo, una hora y media o dos de música en directo y luego el DJ ya cierra toda la noche. Todo tiene su momento. Hay a mucha gente que le gusta la música en directo y no quiere renunciar a ella en una ocasión especial, como su boda o un cumpleaños. El ambiente de un grupo o de un dúo es muy especial.

“La formación musical es fundamental, pero la calle es la mejor escuela para poder desarrollarse, para interactuar con el público”

¿En qué lugares se les puede ver en la calle? 

–Solemos estar en Donostia, en Tolosa, en Errenteria... A la gente le suele gustar que haya música en la calle y suelen bailar cuando nos ponemos a tocar. En La Concha, cuando me pongo a cantar una hora y cuarto o una hora y media, todo el mundo baila como si no hubiera un mañana. La Concha es mi sitio favorito, porque todo el mundo que viene a Donostia pasa por aquí.

Y suelen cantar también en los bares.

–En casi todos los bares nos conocen: Donostia, Errenteria, Tolosa, Hernani, Oiartzun, y en todos los pueblos del entorno. Estuve dos años dando dos conciertos a la semana en el bar Altxerri de San Sebastián. También hemos estado en El Polvorín, que es un bar que está arriba del monte Urgull, donde hay unas vistas impresionantes. Ahora tenemos la impresión de que hay más posibilidad de ofrecer conciertos en los bares pequeños que en los grandes, no sé por qué. 

¿Qué le aporta a un músico actuar en la calle?

–La escuela es fundamental, pero la calle es la mejor escuela para poder desarrollarse, para interactuar con el público, saber lo que le gusta. A veces se estudia algo en la escuela, pero cuando sales a la calle ves que no funciona y tienes que aprender a conectar con el público. 

¿Dónde le gustaría actuar? 

–La verdad es que me siento muy a gusto en La Concha. Me gustaría que el Ayuntamiento nos otorgara un permiso para poder cantar durante una hora u hora y cuarto dos días a la semana. Hay cantantes que suelen estar cuatro horas en un mismo sitio. Nosotros sólo pedimos dos horas a la semana. 

¿Qué hay que hacer para poder contratarle?

–Tenemos un teléfono para contrataciones: 631 897 160.