El mes de septiembre suena a romería en las faldas del monte Hernio. Esta privilegiada atalaya es el punto de encuentro de cientos de montañeros que, fieles a una tradición que viene de décadas atrás, aprovechan la salida al monte para disfrutar de una jornada al ritmo de la música de la trikitixa, mientras reponen fuerzas en las bordas de la campa de Zelatun, verdadero corazón de la fiesta.
Aros de metal y reuma
Por si todo esto no fuera suficiente, la excursión a Hernio sirve también para buscar alivio contra el reuma y la artrosis beneficiándose de la protección que, según la tradición, ofrecen los aros de metal situados en los metros finales antes de alcanzar su cima.
A falta de argumentos médicos que respalden esta creencia, basta con la fe cultivada durante años para que muchos de los montañeros que acudirán el domingo a Hernio vuelvan a pasar su cuerpo por los aros, con la esperanza de beneficiarse de sus supuestos poderes mágicos, al igual que lo hicieron muchos otros antes que ellos.
Atalaya privilegiada
Hernio es una atalaya privilegiada desde la que se domina tanto el interior de Gipuzkoa como la costa.
Esa ubicación permite que se pueda acceder a esta emblemática montaña, cargada de leyendas y tradiciones, desde los más diversos puntos de la provincia. La lista es larga e incluye rutas que parten desde Tolosa, Alkiza, Asteasu (Iturriotz), Larraul, Albiztur, Bidania-Goiatz, Azpeitia y Errezil (Trintxera).
Punto de encuentro
Urola Erdia, Urola Kosta y Tolosaldea tienen a Hernio como uno de sus montes de referencia y destino habitual de sus excursiones.
Un año más, serán muchos los vecinos de esas comarcas los que volverán a reunirse a los pies de esta gran mole de piedra caliza para participar en la última romería de septiembre.
A ellos se sumarán otros procedentes de otras zonas, atraídos también por el encanto de este enclave y todo lo que rodea a estas grandes fiestas del mes de septiembre.
Bordas Agirretxe y Antonio
Una vez allí, tendrán la oportunidad de reponer fuerzas en las bordas Agirretxe y Antonio, donde encontrarán una gran variedad productos para saciar su apetito.
La oferta incluye desde pinchos de chorizo, lomo, carne cocida y tortilla, hasta caldo y bocadillos de todo tipo, sin perder de vista platos combinados, alubias, paella, chuleta, filete de pollo y un surtido de postres clásicos como flan, arroz con leche y cuajada.
A vueltas con el tiempo
Los días en los que la climatología muestra su mejor cara, el trasiego de gente en las bordas es constante. Si el tiempo acompaña, la afluencia de montañeros a Zelatun y Hernio está garantizada, hasta el punto que en Agirretxe no cogen reservas para comer.
“Hay mucha gente que quiere comer algo después de dar la vuelta por el monte. Unos son más madrugadores y otros prefieren andar más tranquilos por la mañana, y no podemos tener las mesas reservadas y sin poder usarlas porque han hecho una reserva para las 15.00, por ejemplo. Aquí la gente va comiendo según va llegando y va habiendo sitio”.
Cara y cruz
En caso contrario, la situación cambia por completo, como han tenido ocasión de comprobar este año.
“El día de San Juan Txiki, que se celebra el último domingo de agosto, y las dos primeras romerías de septiembre tuvimos buen tiempo y vino mucha gente. El fin de semana pasado, sin embargo, el tiempo fue malo. Llovió y el día estuvo muy cubierto. Subió muy poca gente”, manifestaron en la borda Antonio.
Ahora sus esperanzas están puestas en la cita de este domingo. “Ya veremos qué pasa. Los pronósticos anuncian nubes. Confiemos en que no llueva”.
Música y baile con trikitilaris
Lo que no va a faltar en Zelatun este domingo será la música. La trikitixa es una seña de identidad de esta celebración.
Este próximo domingo la animación musical correrá a cargo de Izer eta Alabier, dos clásicos en este encuentro en las faldas de Hernio, al igual que las otras parejas de trikitilaris que animaron los citas anteriores.
Fórmula de éxito
Si algo caracteriza a este calendario de romerías de septiembre es su pervivencia en el tiempo.
Las romerías de Hernio parecen haber encontrado la fórmula del éxito, y sus claves parecen estar en la simplicidad y en el respeto a la tradición, ya que apenas han cambiado en relación a las que se celebraban hace más de 50 años.
El papel de la pandemia
De hecho, la afluencia de gente parece haber repuntado en los últimos años, y la clave de ello podría estar en la pandemia de la Covid.
“Tengo la impresión de que la romería ha ido a más en estos años. A raíz de la Covid, la gente empezó a salir más a la montaña y parece que ahora se anima más a venir a la romería”, comentaron desde Agirretxe Borda, confiados en que este afirmación se vea confirmada y el domingo se repita la afluencia de las dos primeras romerías de septiembre.