El Alarde de Hondarribia ha vuelto a romper hoy algunas de sus tradiciones al no presentarse en Gernikako Arbola a la hora establecida por el decreto de Alcaldía. Sí lo ha hecho una pequeña representación, integrada por varias cantineras, mandos y banderines, que ha permanecido lo más alejada posible de Jaizkibel. Sin respetar lo recogido en el decreto, el resto de compañías y unidades han aguardado en otros puntos, como el parking del cercano Eroski o las inmediaciones del frontón Jostaldi.

No ha sido hasta que Jaizkibel se ha dirigido hacia Saindua, es decir, tras su segundo paso por Gernikako Arbola, cuando las distintas unidades del Alarde tradicional han enfilado hacia el lugar que debían haber ocupado mucho antes. Este año lo han hecho con mayor agilidad que el pasado y, en consecuencia, el desfile no se ha retrasado en exceso y el cabo de Hacheros, Braulio Arizmendi, ha atravesado el arco de Santa María, que da acceso a la calle Mayor, a las 9.03, tan solo tres minutos más tarde de lo que manda la tradición. 

Como de costumbre, el paso del Alarde ha provocado un estallido de vítores y aplausos por parte del público, sobre todo en la calle Mayor, donde se encontraban principalmente chicas jóvenes. Muchas de ellas llevaban "cogiendo sitio" desde la mañana de ayer, 7 de septiembre.   

A partir de ese momento, el desfile ha discurrido con normalidad. A ratos, las tropas han desfilado bajo una leve llovizna, y a su paso por el pórtico de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano, donde se encontraba el primer edil, Igor Enparan, junto al resto de corporación municipal, a excepción de los ediles de EH Bildu, así como a Eider Mendoza, diputada general y a Ibone Bengoetxea, vicelehendakari primera, la mayoría de los mandos han saludado al alcalde.

Descargas en Arma Plaza

Cuando todas las compañías y unidades se han reunido en Arma Plaza, los capitanes y jefes de unidad y la Tamborrada han acompañado a la compañía Arkoll hasta la parroquia, donde han recogido la bandera que más tarde sería depositada en la ermita de Saindua. Se trata, en realidad, de una réplica de la bandera de la ciudad que el Alarde elaboró hace dos años, alegando que se trataba de una decisión tomada ante la negativa previa de la corporación municipal a incorporarse al desfile para portar la bandera, desde la parroquia hasta Saindua, como había ocurrido en el último cuarto de siglo.

Después de que todas las compañías volvieran a reunirse en Arma Plaza burgomaestre, Gregorio Alkain, ha ordenado tres descargas de infantería y salvas de artillería.

Una de las compañías del Alarde tradicional descendiendo la calle Mayor por la mañana. Arnaitz Rubio

Acto seguido, el desfile ha descendido la calle Mayor, deteniéndose cada compañía frente a la parroquia para realizar una descarga. Tras el paso de la última se han incorporado al Alarde el Cabildo Eclesiástico y la corporación municipal, siendo el edil Aitzol Arroyo el encargado de portar la bandera de la ciudad hasta Damarri Plaza, donde han finalizado su recorrido tanto él como sus compañeros de Abotsanitz y el del PSE-EE. Los concejales de EAJ-PNV, sin embargo, han continuado hasta Saindua.

Hasta allí han llegado las 21 unidades y, tras saludar al burgomaestre, cada capitán ha ordenado a sus respectivas tropas una última descarga antes de romper filas y poner rumbo a Guadalupe.

Lluvia en Guadalupe

En el santuario de Guadalupe ha tenido lugar la misa en la que se ha renovado el voto a la patrona de Hondarribia, en recuerdo y agradecimiento por la liberación del asedio francés que sufrió la villa durante 69 días, entre el 1 de julio y el 7 de septiembre de 1638. A la ceremonia religiosa han asistido la corporación municipal y representantes de la compañía Jaizkibel.

Tras el desfile en el monte, que se ha visto empañado por la lluvia, ha llegado el momento del merecido descanso para comer y reponer fuerzas.

Por la tarde, las compañías del Alarde se reunirán en Saindua, desde donde el desfile partirá a las 18.00 horas.