Beasain pasa del gris del hormigón al color del arte

Entrar en Beasain por la calle Senpere ya no es lo mismo. El muro gris que hasta hace poco presidía el acceso ha dado paso a un mural de 430 metros cuadrados, obra del artista beasaindarra Xabier Anunzibai (1985). Desde el Ayuntamiento destacan que la intervención “ha llenado de color y dinamismo un espacio hasta ahora marcado por la frialdad del hormigón”.

El mural, dividido en dos partes a ambos lados de la carretera que atraviesa la calle Senpere, reúne imágenes muy reconocibles del día a día en la localidad: vecinos paseando, en bicicleta o en patines, el tren atravesando el municipio, coches circulando, la garza sobrevolando el Oria o el conjunto monumental de Igartza...

“El reto era mostrar la vida cotidiana: lo que se ve y lo que muchas veces pasa desapercibido”, explica Anunzibai. Y añade sobre la experiencia de crear en su propio pueblo: "Jugar en casa tiene ventajas y presiones, pero cuando la obra empieza a tomar forma y recibes la buena acogida del público, todo el esfuerzo merece la pena”. Asimismo, asegura que trabajar en Beasain “siempre es especial”. 

El mural, promovido por el Consistorio con el objetivo de recuperar y revitalizar una zona apagada y poco atractiva para los viandantes, responde a la intención de “humanizar el entorno”. En la presentación, celebrada el jueves junto al autor, participaron el teniente de alcalde y responsable del área de Territorio, Adur Ugartemendia, y la concejala de Cultura, Mariola Pascual, quienes realizaron una valoración “muy positiva” del resultado.

El proceso creativo se desarrolló entre marzo y junio, mientras que la ejecución tuvo lugar en agosto. Durante ese mes fue necesario cortar un carril de la carretera para poder realizar los trabajos con total seguridad.