Los tableros se alinean sobre las mesas, listos para acoger batallas llenas de ingenio y estrategia. Una quincena de niños se sientan atentos, con las mentes bien despiertas y una simpática sonrisa dibujada en sus rostros. Las piezas empiezan a moverse: un peón avanza, un caballo salta, una torre se desplaza con firmeza… La escena ocurría este pasado jueves a las 15.30 horas tras las cristaleras de Santa Ana antzokia, dentro de las actividades de la Uda Kanpaina, que en el caso del ajedrez capitanean Alberto y Markel Vesga. Padre e hijo transmiten su pasión por este juego milenario con el firme propósito de que coja cuerpo en Oñati y se consolide como una sección estable dentro del Aloña Mendi Kirol Elkartea.

En la campaña deportiva veraniega, las y los participantes que se dan cita en los cursillos son chavales de entre seis y doce años. Pero el ajedrez no pone barreras a la edad. “Cualquier persona que tenga ganas puede jugar y aprender”, insisten Alberto y Markel, al hablar de cómo enfocan el proyecto en el que se han embarcado.

Desde Legazpi recorren los trece kilómetros que separan a ambos municipios para impartir las clases. A Alberto, sin embargo, el vínculo que le une a Oñati es aún más fuerte: “Empecé a venir al mercado con doce años y tengo dos fruterías (Sustrai Fruta Denda)”, explica con un claro sentido de pertenencia. A lo largo de los años, ha construido amistades, rutinas y una relación cercana con el pueblo y su vida deportiva. 

Markel enseña a dos niños a mover las fichas en el tablero. A.Dominguez.

“Siempre me pregunté cómo era posible que en Oñati, que agrupa a una gran variedad de disciplinas deportivas, la práctica del ajedrez no tuviera una presencia más relevante”, comenta este legazpiarra, que “desde chaval” se sintió atraído por este juego de pensamiento y razonamiento, que ha enganchado también a su hijo, hasta tal punto que Markel cuenta en su palmarés con los títulos de Euskadi en las categorías sub-16 y sub-18, y el de campeón absoluto de rápidas en 2024. “Es un hobby que compartimos”, destaca con orgullo su progenitor. Son miembros del club Santikutz Xake Elkartea de Legazpi.

"Muy buena acogida"

Hace cuatro años recibieron la oferta de dirigir el curso de la Uda Kanpaina, y después llegaron las extraescolares en Urgain Herri Eskola. El creciente interés por el ajedrez y el impulso de varias familias ha desembocado en una idea clara: integrarse en el Aloña Mendi. La propuesta tuvo una acogida “muy buena” en el seno del club rojillo, tal y como apunta el presidente de la Junta General, Anton Inza. Algo que no sorprende, ya que el Aloña se caracteriza por su generosidad y apoyo a las iniciativas deportivas que fluyen en la localidad. 

Alberto Vesga transmite su pasión por el ajedrez a los más pequeños. A.Dominguez.

Tras la puesta de largo el pasado domingo, el siguiente paso será formalizar la entrada del ajedrez en la estructura deportiva local, que dará cobertura al proyecto y brindará un marco legal y competitivo a quienes deseen federarse (hasta los doce años existen circuitos fuera del oficial). Bajo el paraguas del Aloña, la disciplina del tablero pasará a convertirse en la decimoquinta sección activa de esta gran familia, y como subraya Inza, tendrá su propia estructura interna, funcionamiento y responsables. 

Clases los miércoles y viernes

La intención es arrancar en septiembre con sesiones dos días por semana, que tendrán su base de operaciones en Zubikoa. Los miércoles, “a modo de 'topaleku', para acercarse a jugar y conocer lo que hacemos”, avanza Markel, mientras que los viernes se “enfocarán a la mejora del juego, formando grupos por niveles”, precisa el joven ajedrecista.

“Lo bonito del ajedrez es que cualquiera puede iniciarse en él. Además, deja estampas entrañables: desde niños de cinco años hasta adultos de 80 compitiendo entre ellos”, aprecia Alberto, a la vez que recalca sus bondades como herramienta pedagógica.

Markel añade que, más allá de juzgar, se pueden “hacer ejercicios para ejercitar la mente”. “Es un reto constante; cada partida te pone ante situaciones que hay que resolver. El camino de aprendizaje es infinito”, indica con el entusiasmo de quien goza haciendo lo que le gusta.

Y ese es el verdadero objetivo: que la gente disfrute. Niños, jóvenes y mayores. Hombres y mujeres. Compartiendo el placer de verse las caras frente al tablero. Las personas interesadas pueden apuntarse llamando al 627 34 21 58. Así que en Oñati, más que mover piezas, se está preparando una jugada maestra.